GINEBRA. El Estado Islámico (EI) asesinó a 163 civiles cuando intentaban huir de la ciudad iraquí de Mosul, en una nueva matanza perpetrada en menos de dos semanas por el mismo motivo, denunció hoy el titular del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein.

 

“La brutalidad del EI y otros grupos terroristas no tiene límites. Ayer, mi personal me informó que aún hay cadáveres de hombres, mujeres y niños iraquíes en las calles del barrio de al-Shira, en el oeste de Mosul, después de que al menos 163 personas fueron asesinadas el 1 de junio para evitar que huyeran”, dijo al Hussein.

 

Advirtió que la cifra de víctimas podría ser mayor, ya que hay reportes de muchas personas desaparecidas de ese barrio.

 

Al inaugurar la 35 sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, el comisionado condenó de manera enérgica esos ataques cobardes y repugnantes perpetrados contra personas inocentes por parte de “crueles terroristas” que operan en muchas partes del mundo.

 

Insistió en que el terrorismo debe ser erradicado en todo el mundo mediante la acción gubernamental pero una “acción inteligente”. “La lucha antiterrorista debe realizarse de forma inteligente, preservando los derechos humanos de todos”, sostuvo.

 

Al Hussein pidió a los dirigentes internacionales que sean conscientes de que “por cada ciudadano detenido por error”, “humillado”, “sometido a abusos o torturado” al amparo de “una vaga legislación antiterrorista”, la mayoría de sus familiares estarán para apoyarlo.

 

“Envíe a una persona inocente a prisión y puede tener seis o siete familiares en manos de aquellos que se oponen al gobierno, con unos pocos que incluso pueden querer llegar más lejos”, advirtió.

 

Explicó que el costo de una detención errónea supera dramáticamente el beneficio que se cree que se puede conseguir. “Para contrarrestar el extremismo violento, debemos permanecer firmes e insistir en lo contrario: la inclusión pacífica”, indicó.

 

A mediados de mayo pasado, el Estado Islámico mató a 64 civiles, entre ellos niños y mujeres, cuando intentaban huir del oeste hacia el este de Mosul debido a los enfrentamientos entre yihadistas y las fuerzas iraquíes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

 

El éxodo de civiles de Mosul se intensificó desde octubre pasado cuando el Ejército iraquí lanzó una gran ofensiva para recuperar esa ciudad, en manos del EI desde 2014.

 

Actualmente, las fuerzas gubernamentales luchan para expulsar al EI de la parte occidental de la ciudad de Mosul, donde aún controlan algunos barrios, tras haber perdido en enero pasado el dominio de la parte oriental de la urbe.

 

El Ejército iraquí, con el apoyo de los kurdos, las milicias chiitas y la coalición internacional dirigida por Estados Unidos, comenzó el pasado 17 de octubre una gran ofensiva para recuperar Mosul, la segunda ciudad del país y el último feudo urbano del EI en Irak.

 

La ofensiva en Mosul, que podría ser una de las mayores operaciones militares en Irak desde la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003, podría dejar más de un millón de desplazados, según han advertido varias organizaciones humanitarias.