La destitución de Rigoberto Salgado como delegado en Tláhuac es un clamor popular de los habitantes de esa demarcación, por lo que no habrá marcha atrás sólo porque él se autoexonere, advirtió el vicecordinador de la bancada perredista en la Asamblea Legislativa, Raúl Flores García.

 

Precisó que no es un pleito entre políticos, sino un asunto legal en el que Morena se equivoca porque no escucha a la gente de Tláhuac ni de Tlalpan ni de ninguna delegación que gobierna ese partido político, cuya caída en las preferencias electorales es estrepitosa.

 

Sostuvo que Rigoberto Salgado declara que no hay razón de seguir el proceso de destitución en un contexto muy complicado, junto a la jefa delegacional en Tlalpan, Claudia Sheinbaum, que ha sido muy cuestionada, tratando de disfrazar la animadversión que generan sus administraciones entre la población.

 

Argumentó que basta visitar la delegación Tláhuac para darse cuenta que Salgado Vázquez está en el sótano del aprecio social por su falta de compromiso con los desaparecidos, con los problemas derivados del sismo del 19 de septiembre y con el crecimiento de la delincuencia durante la gestión del morenista.

 

Según el asambleísta, Rigoberto Salgado fue el único que no veía la operación de la banda de “El Ojos”, ni escuchó junto a Martí Batres, dirigente de Morena en la Ciudad de México, la súplica de los familiares de los desaparecidos o víctimas de esa banda delincuencial.

 

Consideró sumamente irresponsable preferir gastar millones de pesos en un festival de muertos que canalizar todos esos recursos a apoyar la reconstrucción de esa demarcación.

 

Entrevistado en el marco del Foro “La vulnerabilidad urbana de la Ciudad de México ante los sismos, grietas y hundimientos del suelo”, Flores García sostuvo que no se están persiguiendo delitos, sino que la ALDF cuestiona omisiones y la negligencia en la que ha incurrido el jefe delegacional de Tláhuac.

 

“No hay como decir que la administración de Salgado no contrató familiares de El Ojos ni tiene argumentos para decir que no utilizó personal y recursos de la propia delegación para construir su restaurante “La carreta del Pacífico”.

 

Incluso, recordó que todavía está vigente la acusación contra Salgado, en el sentido de que benefició a personas que lo apoyaron con recursos para ganar la elección de 2015, con obra pública en la delegación.

 

Se trata de contratos por arriba de 25 millones de pesos que ahorita se necesitan para reconstruir casas y rehabilitar escuelas, puntualizó.

 

ERM