La reforma a la Ley de Sociedades Mercantiles, que incluye la posibilidad de abrir pequeñas y medianas empresas (pymes) en un día y sin costo a través de internet, mediante la figura mercantil de Sociedades de Acciones Simplificadas (SAS) abre la posibilidad de crear “empresas fantasma” por la existencia de cabos sueltos en esta nueva figura.

 

Santiago Ferrer, socio de Hogan Lovells BSTL, despacho especializado en negocios, explicó que una vez que se implementen las modificaciones a la Ley de Sociedades Mercantiles se tendrán que resolver esos cabos sueltos, como son la falta de claridad para el acceso al financiamiento.

 

En entrevista, el especialista en negocios, puntualizó que “hay cuestiones que no están definidas en la reforma que aprobó la Cámara de Diputados. Evidentemente van a existir complicaciones como en cualquier otro tipo social, en el momento de implementarla o cuando surjan problemas entre los inversionistas”.

 

Una de las preocupaciones que surgieron entre los analistas sobre esta iniciativa es la facilidad para abrir un negocio que podría desembocar en la apertura de “empresas fantasma”, Santiago Ferrer descartó que el esquema detone el crecimiento de este problema, aunque reconoció que los trámites que se piden no son suficientes para prevenirlo.

 

Y es que a finales del año pasado, el Congreso aprobó reformas a la Ley General de Sociedades Mercantiles, donde se creó la figura de la SAS con la que se facilitará el ingreso a la formalidad y simplifica el proceso de constitución para las pymes.

 

Sin embargo, para el especialista la falta de claridad en los términos de la reforma puede complicar el acceso al financiamiento de las empresas que se formen con esta figura, pues no se establece que el registro por internet tenga una validez oficial para que funcione como aval ante todas las instancias, como los bancos.