A muchos llama la atención cómo, de pronto, Colima, gobernado por Ignacio Peralta Sánchez, pasó de ser un estado pacífico, con registros de bienestar social envidiables, a una entidad con altos índices de violencia. Tan sólo en mayo se asentaron 25 asesinatos y 10 personas desaparecidas. ¿Qué pasó con este pacífico paraíso, que ya es calificado por Gobernación como un lugar en donde la violencia es similar a la vivida en países como El Salvador y Honduras, asediados por los Maras? ¿Será?

 

 

 

(Foto: Ignacio Peralta Sánchez)

Otro pendiente del Senado

Entre los muchos pendientes que dejaron los senadores durante el periodo ordinario de sesiones anterior, se encuentra la toma de protesta a los integrantes del Consejo Consultivo del Inai; pues, aunque fueron designados desde el 28 de abril pasado, el comité, que poseerá la capacidad de opinar sobre las decisiones presupuestales en el instituto que encabeza Francisco Acuña, simplemente no ha sido instalado. Nos comentan que dos de los consejeros, Rafael Martínez Puón y José Agustín Pineda Ventura, terminarán su periodo en septiembre próximo, por lo que su destino parece estar marcado: fueron nombrados en un cargo honorario en el que no tuvieron oportunidad de colaborar. ¿Será?

(Foto: Francisco Acuña)

Faltista con suerte

Nos cuentan que el coordinador de Morena en la ALDF, César Cravioto, ya tiene un plan para sacarle más jugo a sus ausencias en la Asamblea Legislativa a causa de sus actividades en la campaña del candidato de Morena en Coahuila, Armando Guadiana. El tema es que justo en su ausencia se aprobó que la elección del Concejo (cabildo) para las alcaldías sea vinculada a la elección del edil, un asunto cuestionado por organizaciones sociales, incluso por Morena. Y ahí está el detalle: Movimiento Regeneración Nacional será beneficiario en las alcaldías que gane en la próxima votación, pero no pagará el costo político, pues ellos no estuvieron en el pleno. ¿Será?

(Foto: César Cravioto)

El sello de la traición

No son nuevas las acusaciones que se le hacen a Ricardo Anaya de traidor. Se dice que ese sello lo lleva desde que comenzó en la política, pues el panista tiene una habilidad destacada para ganar el afecto y la confianza plena de sus mentores, quienes le delegan estrategia y recursos, le ofrecen espacios de poder e incidencia… y viene la puñalada: aliándose con los enemigos de sus protectores y traicionándolos a cambio de avanzar en sus ambiciones personales. Así lo hizo con Francisco Garrido Patrón, el primero que le brindó una oportunidad en crecimiento, cuando le cedió la victoria de Manuel González del Valle, en Querétaro, y con Gustavo Madero, en San Lázaro… y ahora en el Edomex, cuentan, también negoció la derrota de Josefina. ¿Será?

(Foto: Ricardo Anaya)