Ayer fue un día nublado en todos los sentidos: el dólar subió 40 centavos en los bancos del Distrito Federal y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cayó 3.91%, su peor retroceso desde septiembre de 2011.

“Los mercados financieros no son racionales como nos gustaría que fueran, en ocasiones predominan los espíritus animales”, señaló Luis Téllez Kuenzler, presidente y director general de la BMV.

 

“Fue un día muy complicado para el peso y la BMV, debido a eventos del exterior que no tienen nada ver con la economía mexicana”, agregó Téllez, durante su participación en el 10 aniversario del Mercado Global.

 

“¿Por qué sucedió la caída generalizada de las bolsas y el tipo de cambio?”, se cuestionó.

 

Y él mismo se respondió:

 

“Por una reacción muy fuerte a las declaraciones del presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Ben Bernanke, sobre que ve una mejoría en la economía estadounidense y a que las variables están mejorando”.

 

Minutos antes de que Téllez hablara sobre la volatilidad de los mercados, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, salió a declarar que no había por qué preocuparse.

 

“Creemos que esto es un asunto de sobrerreacción de los mercados, pero por supuesto vamos a estar muy atentos a asegurar que los mercados funcionen bien”, aseguró.

 

“Esperamos que continúe durante los próximos días la volatilidad del peso y la volatilidad en general de las monedas en los mercados emergentes”, comentó el funcionario durante una entrevista en Radio Fórmula.

 

CONTAGIO GLOBAL

 

El Dow Jones de los Industriales sufrió ayer su peor caída en siete meses, al bajar 2.34% durante la sesión. El S&P perdió 2.5% y el Nasdaq, 2.28%.

 

Wall Street abrió la jornada retomando las caídas que sufrió la víspera después del anuncio que hizo el presidente de la Reserva Federal de EU (Fed), Ben Bernanke, sobre que el banco central podría empezar a reducir sus compras de bonos este año y finalizarlas completamente a mediados del que viene.

 

Los inversionistas, que se habían acostumbrado a los 85 mil millones de dólares que la Fed inyecta cada mes en la economía estadounidense, temen que el progresivo final de ese programa haga más atractivos los bonos de deuda de EU y que se retire dinero del mercado bursátil.

 

Sin embargo, el banco emisor de EU se atreve a dar el paso porque confía en que la economía del país se está recuperando, lo que teóricamente debería animar a los mercados.

 

La mayoría de plazas latinoamericanas cerró en negativo a excepción de Sao Paulo que repuntó y de Buenos Aires que no operó por ser día festivo.

 

El peso interbancario a 48 horas se depreció 3.37% frente al dólar, según Banco de México (Banxico).

 

El tipo de cambio cerró en 13.4112 pesos por dólar, un nivel no visto en todo el año y la última vez que se registró fue el 26 de julio de 2012, cuando terminó la sesión cambiaria en 13.4125 pesos por billete verde.

 

La Bolsa Mexicana también perdió 3.91%, siendo su mayor caída desde septiembre de 2011. El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) concluyó en las 37 mil 517 unidades, un nivel visto la última vez el 14 de junio de 2012.

 

En instituciones bancarias del Distrito Federal, el dólar subió 40 centavos respecto al cierre previo, al cotizarse el tipo de cambio en 13.60 pesos.

 

EXAGERACIÓN

 

“Así pasa muchas veces en los mercados, cuando hay noticias relevantes, es una reacción abrupta y es una reacción a veces exagerada”, manifestó el encargado de las finanzas públicas de México.

 

“Las fortalezas de la economía mexicana permitirán que conforme se empiece a disipar este efecto abrupto, los mercados estarán diferenciando las condiciones que tiene México, que sin duda son muy superiores a las que tienen otras economías”, agregó Videgaray Caso.

 

“Conforme se asienten las aguas y los mercados empiezan a entender qué está ocurriendo, se empieza a tratar de manera distinta a los diferentes activos, a las diferentes monedas y a los diferentes índices bursátiles”, explicó el funcionario.

 

SE ENCIENDE LA ALERTA

 

A pesar de la confianza que los funcionarios quisieron imprimir, el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero, un organismo integrado por la SHCP, Banxico, las comisiones nacionales Bancaria y de Valores (CNBV), de Seguros y Fianzas (CNSF), del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) y el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), revisó ayer los riesgos provenientes del entorno internacional y nacional, así como a las posibles vulnerabilidades del sistema financiero.

 

“Los miembros del Consejo manifestaron que se mantendrán alertas a la evolución de los mercados financieros internacionales, así como al impacto que el aumento observado en la volatilidad de las principales variables financieras pudiera tener sobre el sistema financiero nacional”, dijo el Consejo.

 

“Si bien no se ha podido evitar que la mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales se refleje en nuestro país, los sólidos fundamentos de la economía mexicana han permitido que los mercados financieros nacionales se ajusten de manera ordenada”, señaló el organismo.

 

Luis Téllez coincidió con la explicación de Videgaray. Y remató:

 

“La volatilidad es contradictoria y como decía John Maynard Keynes hace más de ocho décadas, son los espíritus animales son los que dominan los mercados y no la racionalidad como establecen las teorías económicas”.

 

Y el horizonte en la Ciudad de México continuaba gris y con lluvia.

 

LA ESPIRAL DE LA VOLATILIDAD

 

Wall Street continuó ayer el duro proceso de vuelta a la realidad, con la mayor caída en siete meses después de las pérdidas del miércoles, tras al anuncio de la Reserva Federal de que a finales de este año podría comenzar a reducir su programa de estímulo económico.
La sombra del anuncio que el miércoles hizo la Fed todavía pesaba mucho antes del inicio de la sesión, cuando se le unió el mal dato sobre la actividad manufacturera de China, que en junio alcanzó su peor nivel en nueve meses.
Los índices de Wall Street comenzaron una espiral de descensos que sólo concluyeron con la campana de cierre, de forma que el Dow Jones de Industriales perdió 2.34% (tras el 1.35 % del miércoles) para quedar claramente por debajo de la barrera de los 15 mil puntos (14 mil 758.32).
El S&P 500 perdió por su parte 2.5%, mientras que el Nasdaq retrocedió 2.28%.

 

El principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), se desplomó 3.91% y cerró en 37 mil 517.23 unidades, lo que supuso la peor caída del año.

 

Este desplome puso el colofón a los abultados descensos en los mercados asiáticos y europeos, y estuvo acompañado de fuertes caídas del petróleo y de los metales preciosos.

 

El precio de la onza de oro para entregas inmediatas disminuyó 3.4%, para situarse en mil 304.75 dólares, su menor nivel desde 2010, en tanto que la cotización de la onza de plata cayó 9.2% en la jornada.

 

El precio del crudo West Texas Intermediate (WTI), para entregas en julio, disminuyó 2.84 dólares (2.89%) y se cotizó en 95.40 dólares por barril.

 

Al cierre de la jornada cambiaria, el dólar registró un alza de 40 centavos respecto al cierre previo, al ofrecerse en un máximo de 13.60 pesos, mientras que su mínimo a la compra fue de 12.90 pesos en bancos de la capital mexicana.

 

El euro avanzó 44 centavos y se vendió en un precio máximo de 17.96 pesos por unidad.