El inédito acto en que un Presidente electo, antes de asumir el poder nacional, convoca y reúne a las Fuerzas Armadas del país para incluirlas en su plan para la seguridad, el cual se formalizará con la aprobación de la Guardia Nacional, revela seis claves acerca del tiempo nuevo que vivimos:
Uno. La élite política saliente, encabezada por el presidente Enrique Peña Nieto, está de acuerdo en que el nuevo Gobierno reestructure al Ejército y la Marina y, aun en el caso de que no lo estuviera un segmento de ella, carece de la capacidad política, la disposición anímica y de la operatividad estratégica para oponerse a la completa toma del poder del nuevo Gobierno, dado que incluso aceptó que, sin ser Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, Andrés Manuel López Obrador se reuniera con la base de ambos cuerpos.

Dos. La confianza que existe en las Fuerzas Armadas, número uno en el ranking de reputación social asociada a una institución mexicana, aunada a la confianza electoral depositada en Morena y su candidato presidencial ganador pueden generar una gigantesca fuerza cuya percepción de unidad será recibida tanto por los civiles, los criminales armados y el conjunto de actores económicos y políticos, nacionales y extranjeros. Hoy subirá el IPC de la Bolsa Mexicana de Valores.

Tres. Las bases de las Fuerzas Armadas recibieron bien el mensaje de AMLO -con risas y aplausos a juzgar, por lo que ocurrió este domingo al menos en tres ocasiones- más los compromisos relacionados con el diálogo con ellas, la incorporación del adulto mayor militar al esquema de la pensión universal, así como el proyecto social y de obra pública para recomponer las oportunidades para muchos en sus propias familias.

Cuatro. La nueva dirección política nacional dará un viraje al esquema de globalización a rajatabla del proyecto económico impulsado especialmente desde 1982 con base en la evidencia de que solamente hizo crecer el PIB en 2% anual, generó una clausura de oportunidades para miles de campesinos, obreros, clasemedieros y jóvenes que emigraron, se integraron a la economía informal e incluso a las “conductas antisociales” que comenzaron a crear las condiciones para la propagación de la inseguridad y la violencia.

Cinco. La Guardia Nacional es la única opción que reúne consenso dentro de Morena, siempre y cuando se respalde en la comprensión plena del respeto a los Derechos Humanos y el conocimiento pleno de los protocolos de uso de la fuerza. La clave es no solamente su constitucionalidad, sino que de 20 mil elementos a disposición del Presidente para el cuidado de la seguridad pública, la cifra se elevará a 60 mil antes de seis meses.

Seis. Al reunir a más de 30 mil soldados y marinos en el Campo Militar Número 1, hay un mensaje de AMLO a favor de la reconciliación. En dos sentidos. Por la anuencia de que soldados, marinos y policías reunidos y coordinados sí pueden enfrentar la inseguridad y por el hecho de que hay un mensaje para las izquierdas. Respecto de este último: pasaron de ser víctimas en esas mismas instalaciones de tortura y eventualmente muerte a una nueva historia de unidad con legalidad y legitimidad plena.

Algunos que padecieron represión a sus padres, conocidos y ellos mismos hoy saben que tienen la oportunidad de mandar y comandar.

@guerrerochipres