Foto: Reuters Anunció en una carta escrita desde la prisión su apoyo incondicional a Fernando Haddad  

Río de Janeiro.- Luiz Inácio Lula da Silva, que hoy desistió de disputar la Presidencia en las elecciones del 7 de octubre tras haber sido inhabilitado por la Justicia, anunció en una carta escrita desde la prisión su apoyo incondicional a Fernando Haddad como el nuevo candidato del Partido de los Trabajadores (PT).

Haddad, licenciado en derecho, con maestría en economía y doctorado en filosofía, hijo de una familia de comerciantes, tratará de devolver al PT al poder, después de que su ciclo de 13 años en la jefatura del Estado fuera interrumpido por la destitución por juicio político de la presidenta Dilma Rousseff en 2016.

El anuncio se dio en el límite del plazo que le dieron las autoridades electorales al PT para nombrar a un sustituto o se quedaría sin participar en la elección, poniendo fin a meses de incertidumbre sobre la estrategia de la formación de izquierda.

“Como Lula da Silva determinó, presentamos a Fernando Haddad como candidato”, dijo la presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, tras visitar al ex mandatario en prisión.

“Este momento fue determinado por la justicia electoral”, agregó Hoffman, acompañada por la plana mayor del PT, durante un crítico discurso frente a la cárcel en la que Lula da Silva está encarcelado en la ciudad de Curitiba, en el sur del país, conde comenzó a purgar desde abril su condena de 12 años de prisión acusado de corrupción.

La mayor formación de izquierda de América Latina y que gobernó Brasil por 13 años (2003-2016) esperó hasta el último momento para anunciar el cambio de candidato con la esperanza de poder revertir la decisión de la justicia electoral en otras instancias.

Sin embargo ni el Tribunal Superior Electoral ni la Corte Suprema de Justicia llegaron a pronunciarse sobre los diferentes recursos que el PT presentó en la última semana para intentar habilitar a Lula como candidato.

Lula encabezaba todas las encuestas de intención de voto, con cerca del 40% del favoritismo, y era señalado por los sondeos como el más posible vencedor tanto de la primera vuelta como de la segunda frente a cualquiera de sus adversarios.

Con la aún elevada popularidad del que aún es considerado como presidente más carismático de Brasil pese a su prisión y su condena por corrupción, el PT insistió en su candidatura y negó que tuviese un plan alternativo.

Haddad, que fue ministro de Educación en el Gobierno de Lula y alcalde de Sao Paulo, es el quinto ubicado en los últimos sondeos de intención de voto, con un 9 %, cinco puntos porcentuales a más que los que tenía en agosto.

A menos de un mes para los comicios más inciertos en las últimas décadas en Brasil, Haddad confía en la transferencia de votos de su padrino político.

Actualmente, las encuestas las lidera el ultraderechista Jair Bolsonaro (24 %), hospitalizado después de ser apuñalado la semana pasada durante un mitin, seguido del laborista Ciro Gomes (13 %), la ecologista Marina Silva (11 %) y el socialdemócrata Geraldo Alckmin (10 %).

En cualquier caso, esos resultados llevarían el pleito a una segunda vuelta, que sería celebrada el 28 de octubre y en la que, según los sondeos, Bolsonaro perdería contra Gomes, Silva o Alckmin, y estaría prácticamente empatado con Haddad.