Foto: Especial Creo que somos poco arriesgadas, es común que reflexionemos más si estamos capacitadas o no para tener esa posición, somos perfeccionistas  

“Yo quería ser reportera de guerra, ése era mi sueño”, así comienza nuestra charla Lyssette Bravo, la directora de Asuntos Externos para México y América Latina de HSBC, uno de los bancos más grandes del mundo, quien para ello estudió Ciencias de la Comunicación, sin saber que, a través de los años, sus batallas no estarían en los campos de guerra, sino en el terreno de las grandes empresas, en las que se ha desarrollado profesionalmente en los últimos 25 años.

Es así como la carrera de Lyssette ha transcurrido desde sus inicios en la redacción de El Financiero: “Empecé desde abajo, desde aprender lo que era una redacción, qué tipo de información era la economía, las finanzas, empezaba todo lo que era comercio exterior; aprendí. Mi primera jefa, ya siendo reportera, fue Rossana Fuentes Berain, quien era además la primera mujer en tener una sección de negocios en un periódico financiero en México”

De lleno a las empresas

Pero fue su paso por la agencia de comunicación Burson Marsteller, la que le abrió las puertas del mundo corporativo: “manejé cuentas como el mercado de valores Nasdaq y J.P.Morgan; después me fui a trabajar a grupo Dina, y me di cuenta que lo mío era la parte corporativa y así fue como crecí, después trabajé en Unilever, productos de consumo masivo, donde aprendí muchísimo de manejo de crisis y posteriormente me invitaron a trabajar a Telefónica, que después se convirtió en Movistar, donde estuve prácticamente 10 años inmersa en el mundo de las telecomunicaciones: en una época muy interesante porque me tocó el inicio de las punto com, cuando empezaba a haber una competencia real”.

Hace ocho años que se incorporó a HSBC, “yo juré que no iba a manejar crisis en el banco, que el trabajo era mucho más tranquilo y obviamente me equivoqué, sin embargo es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, trabajar en el sector financiero. Ha sido todo un reto, de muchísimo aprendizaje, han sido los años más intensos de mi vida, y sobre todo los que me han dado grandes satisfacciones en el terreno personal.”

Poco aventadas

En los últimos años, ella ha tabajado de manera directa en los programas de Equidad de Género y Empoderamiento Femenino dentro del banco, y aún cuando el sector bancario es uno de los más igualitarios y muchas posiciones son ocupadas por mujeres, Lyssette Bravo no cree en las cuotas de género: “Creo en la inteligencia, en las ganas de crecer de las personas. Creo que están arriba las personas que quieren destacar y que tienen habilidad porque también eso tiene su dote de inteligencia, no nada más es alzar la mano. Yo creo que son las personas que luchan, las personas que se esfuerzan que tienen entrega.”

Sin embargo, la directiva afirma que las mujeres tienen un freno: “yo creo que somos poco arriesgadas, es muy común que nosotras reflexionemos más si estamos capacitadas o no para tener esa posición, somos perfeccionistas en muchos sentidos. Por ejemplo, hay una posición en la que se necesita hablar francés: la mujer piensa, `bueno nada más me quedé en sexto semestre en la Alianza Francesa’, lo cual ya te da un nivel de francés avanzado, y duda; en cambio un hombre solo sabe decir ‘oui’, y alza la mano, ya después estudia y se prepara, pero no se frena”.

Crea tu marca personal

Pero ¿cómo obtener la seguridad que impide que las mujeres crezcan?, ¿de dónde nace?, es aquí donde Lyssette afirma: “hay que trabajar en tu marca personal. Antes que nada hay que definir cómo quieres ser percibida, qué es lo que buscas, tus metas. Soñar con tener la posición que deseas, e irte construyendo. Tú eres tu propio producto, te vas puliendo a ti misma y te posicionas en el mercado. Eso es algo que toda la gente debe hacer, debe de creer en sí misma. Curiosamente hace poco hablaba yo con un chico que estuve apoyando en este proceso de su marca personal y él me decía que tenía un poco de miedo de pecar de soberbia y que ahora que había alcanzado una dirección la gente lo fuera a ver así y una de las cosas que le comenté fue que un producto no es soberbio. Hay productos de lujo, hay productos intermedios, los hay de todo tipo, pero de lo que no podemos abusar nosotros es de la humildad, sobre todo cuando hablamos de nosotros mismos, yo creo que tenemos que tener la humildad para reconocer un error, para recibir un consejo o algún comentario que te vaya ayudar a crecer, pero no debemos tener humildad al vendernos. Hay una frase que me gusta mucho: ‘La humildad es la virtud del mediocre’, y si nosotros hablamos de nosotros mismos con humildad no nos estamos vendiendo bien.

El segundo elemento

El segundo elemento que Lyssette Bravo considera indispensable es el networking, y en ese también hay que trabajar, ¿por dónde empezar?

“El networking es una obligación y se crea a lo largo de la vida, pero cuando llegas a una empresa te tienes que dar a conocer, tocar puertas y presentarte: ‘Hola que tal yo me llamo Lyssette Bravo, soy la nueva directora de comunicación, tengo esta experiencia, me gustaría trabajar contigo de la mano. Quiero conocer qué es lo que está funcionando y que no’, ahí tú estás haciendo una labor de venta de tu área de experiencia, pero no por una construcción egoísta, sino porque tienes que sacar adelante un proyecto y trabajar de la mano con todos ellos. Hay que hacer llamadas telefónicas presentarte, hablar de tu experiencia, además este mundo es tan pequeño que todos nos conocemos, es aprender networking, y ya cuando tu trabajo habla por ti mismo, otros te conectan, es la parte padre de construir redes.Tiene que ser un efecto multiplicador”, apuntó.

Juntas, ni difuntas

Otro de los mitos es aquel que dice que “mujeres juntas, ni difuntas”, y en este sentido esto complicaría establecer redes entre mujeres, sin embargo, la directiva de HSBC, opina que en esto no tiene que ser hombre o mujer: “La maldad no tiene género, es universal; yo creo que solamente te va a poner de pie una persona que es mala, creo en la gente envidiosa, hay gente que no le gusta que su gente se supere, no le gusta ver a la gente crecer.”

“Pero yo creo que por eso siempre te rodeas de gente que quieres y gente que te va ayudar, y si siempre tratas como quieras ser tratada, y que la vida te corresponde bien”.

Camino andado

Finalmente Lyssette Bravo nos deja ver que parte del camino de las mujeres en las empresas está andado: “Las baby boomers fueron las que nos ayudaron a descubrir que existían las posibilidades para el crecimiento de la mujer dentro de las empresas, mi mamá trabajaba pero no tenían posiciones tan ejecutivas como las que existen ahora, yo creo que nuestra generación, la generación X estamos en ese intermedio, ahora hay más posiciones jerarquicas en la punta de las pirámides, pero creo que nosotros allanamos el camino para los milennials, porque no sólo es la parte del empoderamiento femenino sino de género, de diversidad, creo que ahora son más las personas que tienen oportunidades de crecer, ya no sólo hablamos de las mujeres sino también de la comunidad LGBT. Empresas multiculturales como HSBC, Unilever, entre otras, son completamente abiertas a estos temas”.

LEG