“Eazy Sleazy” se burla de las reuniones por Zoom y de las restricciones a los viajes, de los excesos de televisión y el recurso a la cocina para escapar al aburrimiento entre “los muros de una prisión” doméstica
“Eazy Sleazy” se burla de las reuniones por Zoom y de las restricciones a los viajes, de los excesos de televisión y el recurso a la cocina para escapar al aburrimiento entre “los muros de una prisión” doméstica