Los discursos sustituyeron a los resultados. Así, los focos rojos, los posibles desvíos e irregularidades fueron los ausentes del informe sobre cómo gastó Felipe Calderón el dinero en su gobierno.

 

Las frases recurrentes de los legisladores sobre acabar con la corrupción, castigar a responsables y fortalecer la auditoría llenaron el salón de buenas intenciones, como un año atrás, y de compromisos que, de nuevo, son para el futuro.

 

Era uno de los más importantes foros que se celebra en la Cámara de Diputados, porque ayer el auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal Martínez, les entregó la evidencia sobre si el gobierno gastó adecuadamente o no el presupuesto de 2011. En algo estuvieron todos los diputados de acuerdo: en que un buen ejercicio del presupuesto y su transparencia son requisitos de la democracia.

 

Pero el acto duró 75 minutos, tiempo en que poco se dijo de las conclusiones que arrojó la revisión de la contabilidad gubernamental y mucho menos si las irregularidades o faltas detectadas tuvieron algún impacto económico para el desarrollo del país. Apenas se enlistaron números, métodos y anécdotas, también se mencionaron los faltantes legales y las necesidades a futuro, se dieron tiempo para la foto, los abrazos y entrevistas.

 

Los discursos tocaron la superficie y, a partir de ahora y hasta mayo, en diferentes sesiones, los legisladores deberán revisar y analizar el trabajo de la Auditoría Superior que se extendió por 11 meses, en los que se revisaron 10 mil 807 millones 120 mil 330 pesos.

 

Las decenas de tomos incluyen los resultados de mil 111 auditorías, en las que revisaron las cuentas y programas de 161 dependencias y entidades, de cuatro organismos autónomos, de 10 universidades públicas, los 32 gobiernos estatales, 197 municipales y siete demarcaciones territoriales del Distrito Federal.

 

La dimensión y el tipo de revisiones exigió la participación de mil 340 especialistas en diferentes áreas, desde contables, construcciones, en estructuras, materiales, recursos tecnológicos y financieros, por ejemplo, quienes examinaron construcciones y estructuras, programas especializados en medicina, tecnología y energía. Todos ellos debieron pasar, previamente, los exámenes de control de confianza.

 

Para presentar los resultados, temprano, al salón llegó el hombre de traje azul, corbata a rayas y de cabello entrecano. Saludó discreto y amable. Era Juan Manuel Portal. Tras él llegaron cerca de 80 de los funcionarios de la Auditoría federal y de algunos estados, que se sentaron atrás, en el área de invitados.

 

Los legisladores aparecieron a cuenta gotas, fueron ocupando sus sillas hasta llenar 32, pero se fueron quedando vacías conforme el acto avanzó, al final sólo 23 diputados permanecieron.

 

En la mesa principal se sentaron los integrantes de la Comisión de Vigilancia de la ASF, el presidente José Luis Muñoz Soria, al centro, y a su lado el auditor. En el resto de las sillas se acomodaron Lucila Garfias del Panal, Elizabeth Yáñez del PAN, Lourdes Quiñones del PRI, Alfa González del PRD, Carlos Castellanos del Verde Ecologista y Socorro de la Luz del PRI, quien llegó media hora tarde.

 

Hubo que esperar a que cada representante de partido planteara su posición. En total, fueron cinco los diputados que leyeron su discurso. La primera en hablar fue la priista Lourdes Quiñones, quien apenas utilizó cuatro minutos. También fue la primera en retirarse del salón, ni siquiera escuchó las palabras del auditor.

 

Hubo que esperar 90 minutos, hasta la conferencia de prensa, para confirmar que sectores del gobierno de Calderón incurrieron en irregularidades y hasta posibles delitos, por los que ya se han iniciado 134 denuncias penales en la PGR y lleva contabilizados mil 633 casos en que deberán ser investigados funcionarios por posibles conductas irregulares.

 

La Cámara de Diputados ha cumplido con su trabajo de supervisión y qué se puede esperar este año, se le preguntó al presidente de la Comisión de Vigilancia.

 

“Tenemos que ir planteando mejorar… Yo creo que sí (la Cámara) estará vigilante”, respondió Muñoz Soria.