En octubre, la empresa mexicana Hydrocarbon Storage Terminal (HST) iniciará en el municipio mexiquense de Acolman la construcción de una macro planta de almacenamiento que dará al Valle de México entre tres y cuatro días más de inventarios de gasolinas y diésel, ya que actualmente no superan las 48 horas.

 

 
Con casi un año de retraso por cambios regulatorios, la firma que resultó de la unión de cinco compañías en 2014, arrancará el proyecto con una inversión de entre 60 y 70 millones de dólares. Cuando esté concluida, entre octubre y diciembre de 2018, la planta será una de las 10 con mayor capacidad de almacenamiento de petrolíferos en el país.

 

 
En una entrevista con 24 HORAS, Édgar Gutiérrez Peláez, director de HST, señala que la terminal será la primera propiedad de una empresa privada y estará en una posición estratégica. El del Valle de México es el mercado más atractivo del país, pues esta área se consume más o menos 22% de la gasolina a nivel nacional.

 

 
El proyecto nació en 2014, cuando no existían normas de cómo hacer terminales; para 2016, cuando salieron las reglas, el diseño de la HST 1 Valle de México ya estaba armado para almacenar 330 mil barriles diarios de combustibles.

 

 

 
La política de inventarios mínimos de almacenamiento que dio a conocer la Secretaría de Energía el año pasado obligó a ajustar el diseño. “Nuestro proyecto pasó de 330 mil barriles a 875 mil barriles para poder cumplir, lo hicimos más grande. Lo que tuvimos que hacer a principios de año es un rediseño y una reestrategia. Hoy en día ya estamos en negociaciones muy avanzadas para firmar con clientes”.
Si bien no precisó los nombres, menciónó que entre los clientes potenciales de HST 1 Valle de México están BP, Gulf, Glencore, Shell, ExxonMobil, Total, Valero; además, los grandes grupos gasolineros como G500, Hidrosina, Gasored, las líneas transportistas como ETN y ADO, entre otros.

 

 
El directivo subrayó que los tiempos son largos en este tipo de proyectos, pero ser los primeros era muy importante para tener la ventaja del tiempo. “Quisiéramos en 2016 haber empezado a construir, pero había varias cosas que no nos dejaban avanzar. En 2016 salen las reglas, y nosotros obtuvimos todos nuestros permisos”.

 

Infografía: Juan Ángel Espinosa

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Sin embargo, hubo cambios regulatorios. En noviembre pasado salió la Norma ASEA 003, que establece otras reglas de construcción y obligó a modificar el diseño conforme a estándares internacionales.

 

 
“Nos detuvo mucho el regulador. La CRE (Comisión Reguladora de Energía), la ASEA (Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente) y la Sener (Secretaría de Energía) han hecho un buen trabajo, pero quizá no a la velocidad que los privados lo queremos”, dijo.

 

 

 
Aunado a lo anterior, señaló que en 2016 no había un precio liberado, entonces cualquiera que importara gasolina iba a perder dinero. Además estaban pendientes algunas normas de calidad para las gasolinas.

 

 

 
Mencionó que por ahora los jugadores del sector deben compartir tanques y ductos con Pemex. “La verdadera liberalización del mercado va a ocurrir en 2019 cuando haya terminales y otros traders (distribuidores) tengan su propio tanque, ahí ya es una verdadera apertura (…) Queremos estar listos antes”.

 

 

 
Frase

 

 
“Definitivamente (los reguladores del sector) van un paso atrás de lo que los privados estamos esperando”

 

 
Édgar Gutiérrez
Director de HST