El incremento en el precio de las gasolinas anunciado por el gobierno federal, y que en los últimos dos meses representó un aumento de 80 centavos por litro en la Magna, podría detonar en el incremento de las tomas clandestinas de combustible, alertó la consultora de seguridad Etellekt.

 

En el mercado formal, durante agosto el precio al consumidor de la gasolina Magna será de 13.96 pesos por litro, mientras que la Premium se vende en 14.81 pesos.

 

Sin embargo, el estudio Situación Actual y Perspectivas sobre el Robo de Hidrocarburos en México 2016, la consultora señaló que los cárteles que ordeñan los ductos y roban pipas en el país venden el combustible a precios de entre 10 y 11 pesos, es decir, 32.4% por debajo del mercado formal.

 

Los gasolineros que compran el producto a Pemex tienen un margen de ganancia de dos pesos por litro, mientras que si adquieren el producto en el mercado negro su rentabilidad crece cinco veces, pues los cárteles les venden el combustible a cuatro o cinco pesos por litro.

 

Consultada para el estudio, la Organización Nacional de Expendedores de Petrolíferos (Onexpo) señaló que los empresarios del sector son “obligados” por las organizaciones criminales a comprar la gasolina mediante extorsiones y amenazas.

 

 

clandestinas

 

 

 

La empresa pronosticó que al cierre del año existirán entre cinco mil 800 y seis mil tomas clandestinas, lo que significaría entre 300 y 500 tomas más que al cierre de 2015. Sin embargo, la falta de acompañamiento a la seguridad de las empresas que decidan construir ductos para el transporte del combustible, así como los aumentos en los últimos dos meses en el precio de las gasolinas son factores de riesgo que pueden detonar el robo de combustibles en el corto plazo.

 

“Ante los constantes incrementos de los precios de las gasolinas en el país, se prevé que el mercado ilegal se consolide en los próximos meses dado que los cárteles comercializan dichos productos a costos menores que en el mercado formal”, consideró la consultora.

 

El reporte señaló que 95% del robo de combustibles es controlado por los cárteles de la droga, que han expandido su negocio hacia esta actividad ilícita y les deja ganancias por 21 mil millones de pesos anuales.

 

Dentro de las organizaciones criminales, Los Zetas controlan 38.8% del mercado de combustible robado, seguidos por el Cártel Jalisco Nueva Generación que vende dos de cada 10 litros robados, mientras que el Cártel del Golfo representa 16% de este mercado.