LONDRES. Una compañía italiana de vigilancia conocida por vender programas informáticos maliciosos usados por cuerpos policiales y agencias de espionaje sucumbió a un dañino ataque cibernético que provocó el envío de documentos y facturas por la red de internet, aceptó hoy el vocero de la empresa.

 

Eric Rabe, vocero de la empresa Hacking Team, dijo en un comunicado que la companía fue víctima de un “ataque en línea”.

 

“Creemos que se han robado documentos de la empresa”, dijo. “Estamos investigando para conocer el tamaño de este ataque y en específico lo que se han llevado”.

 

Los problemas de Hacking Team comenzaron el domingo por la noche cuando su cuenta de Twitter fue hackeada y comenzó a publicar imágenes de presuntos correos electrónicos de la empresa y detalles de acuerdos secretos con varios gobiernos del mundo.

 

“Dado que no tenemos nada que esconder, publicamos nuestros correos electrónicos, archivos y códigos fuente”, decía uno de los mensajes en Twitter. Al mismo tiempo se liberó en línea un archivo gigantesco, de varios cientos de gigabytes de peso.

 

The Associated Press no pudo verificar de inmediato la autenticidad de los documentos y Rabe se negó a hacer comentarios sobre la confiabilidad de los documentos debido a acuerdos de confidencialidad.

 

“Informes previos parecen validar nuestra investigación que demostró que gobiernos represivos como los de Etiopía y Sudán usan” esos programa informáticos, dijo Citizen Lab en un comunicado.

 

Estos informes muestran la falta de transparencia y rendición de cuentas en el mercado de programas informáticos intrusivos. Creemos que una mejor comprensión de este mercado es esencial para un internet libre y seguro”.

 

Hacking Team, con sede en Milán, ha estado bajo escrutinio creciente luego de que se descubriera que sus programas informáticos han sido usados para atacar a activistas y periodistas. Los investigadores han vinculado a la compañía con una veintena de países, entre ellos algunos con malos antecedentes en materia de derechos humanos.