René Drucker se puso el puño en el mentón, y de forma irónica soltó:
–Sin duda, es la cultura que necesita este país…

Estaba entre sorprendido y molesto, pero guardó la calma hasta el final de la reunión.

–¿Quiere que le traduzca, doctor? –preguntó en un momento Ricardo Peralta, en ese entonces secretario técnico de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa de la CDMX.

Drucker lo observó unos segundos antes de responder: “Hablo perfectamente inglés”.

Ricardo Peralta, actual administrador general de Aduanas de México y quien ha participado ya en las conferencias de prensa mañaneras del presidente López Obrador, llevaba ese día a un empresario, el cual hizo una propuesta al científico: “¡impulsar la creación de un centro de diversiones con la temática de Chespirito!”.

¿Por qué a él?, se preguntaba el mismo Drucker. La respuesta no era tan compleja: porque uno de sus proyectos era el teleférico y el empresario incluía en su propuesta de parque de diversiones un teleférico para llegar hasta Milpa Alta, en donde aún, por cierto, hay predios suficientes para desarrollar un gigantesco parque de diversiones.

El empresario y su grupo le querían vender el teleférico. Así ya no tienen que hacerlo; lo instalamos nosotros, decía en inglés aquel hombre rubio y regordete.

Era 2016. El entonces secretario de Ciencia capitalino le respondía al hombre de la propuesta que una de las finalidades de la Seciti era desarrollar tecnología propia para depender cada vez menos de la tecnología extranjera. Que él entendía que era más sencillo en el corto plazo, comprar las cosas, pero como país seguiríamos igual, dependientes del extranjero.

La reunión se llevó a cabo en la sala de juntas de la secretaría, ubicada en una casona de la colonia Florida. Drucker dedicó unos minutos a ese encuentro porque se trataba del secretario técnico de la Comisión de Gobierno, quien acompañaba al empresario.

Tras escuchar el proyecto, el secretario comentó que el proyecto no le interesaba y que no entendía por qué lo habían buscado a él. Entonces se despidió…

Tres años después habría que preguntar a Peralta qué sucedió con ese proyecto… y ese empresario.

#¿LoboEstásAhí?

La rivalidad del presidente López Obrador con la organización Antorcha Campesina ha dejado en medio a los vecinos de Chimalhuacán. La semana pasada se suspendió la visita de AMLO, de último momento.

No hubo condiciones para llevar a cabo la gira a uno de los municipios más golpeados por la inseguridad. Políticamente todo iba bien. Las invitaciones estaban giradas, incluso al alcalde Jesús Tolentino Román Bojórquez, líder de Antorcha en el Edomex, quien, a su vez, respondió que el evento podía contar con todo el apoyo del Ayuntamiento, aunque, eso sí, hubo un evento paralelo de la organización, a 15 minutos de donde se realizaría el acto del Jefe del Ejecutivo.

Ni hablar. Ganaron las fobias.

Por otra parte, también en esta misma semana, la visita a Badiraguato, Sinaloa, la tierra del Chapo Guzmán, fue viento en popa de principio a fin.