El restaurante estaba abarrotado de gente. Había hecho un buen día, incluso algo de calor. Eso animó a la gente a salir. Se escuchaba el bullicio de la gente. De repente, de repente nada, el silencio infinito, casi como si estuvieran muriendo. El terrorismo de la Yihad islámica había colocado una potente bomba que explotó en el momento que más bullicio había en el restaurante El Descanso. Ocurrió el 12 de abril de 1985. Murieron dieciocho personas y quedaron heridas ochenta y dos. Fue el primer atentado del islamismo en territorio español.

Han pasado muchos años y el terrorismo islamista continúa golpeando no solamente España sino el resto del territorio europeo.

Europa sigue siendo objetivo prioritario de los terroristas. Continúan pensando que desde hace muchos años les hemos humillado, les hemos “impuesto” la democracia, les hemos querido hacer a nuestra imagen y semejanza y lo que es peor, les hemos robado recursos tan vitales como el petróleo. Y hay que reconocerlo; hay una parte de verdad. Por eso pretenden golpear una y otra vez a Europa y sus entrañas.

Los golpes que lleva recibiendo desde hace muchos años el pueblo palestino son un punto más para querer machacar a Europa. Las imágenes de miles de muertos inocentes en la franja de Gaza han sido nuevos vilipendios del mundo del islam. Y lo único que ha hecho es fomentar ese odio. Por eso el estado islámico que lleva muchos años atentando en Europa, lo va a seguir haciendo. Todo ello por ese rencor, por ese resentimiento atávico que nunca fue un buen consejero.

Pero hay una parte de responsabilidad de todos. Empezando por nosotros, los europeos, los occidentales que imponemos nuestras lecciones de democracia y de libertad cuando estamos llenos de imperfecciones.

 

       @pelaez_alberto