Además, las mujeres afganas tampoco pueden visitarlo, pues tienen prohibido acceder al recinto de la mezquita Azul.
Foto: Especial | Además, las mujeres afganas tampoco pueden visitarlo, pues tienen prohibido acceder al recinto de la mezquita Azul.  

Ochenta años después de la Segunda Guerra Mundial, Países Bajos abre su primer museo del Holocausto con la esperanza de crear conciencia en momentos que la guerra en Gaza provoca un aumento del antisemitismo.

Uniformes a rayas de Auschwitz, botones tomados de la ropa arrancada al llegar al campo de la muerte de Sobibor, emotivas cartas y fotos, son parte de los 2 mil 500 objetos que el museo exhibe, muchos de ellos nunca antes vistos por el público.

El edificio donde se ubica, es un antiguo jardín infantil en el histórico barrio judío de Ámsterdam, tuvo un papel crucial en la historia neerlandesa del Holocausto.

“En unos centenares de metros cuadrados del centro de Ámsterdam tienes la historia de la deportación, la colaboración, la parte oscura de la historia”, comentó la curadora Annemiek Gringold.

La asociación Barrio Cultural Judío Neerlandés, que administra el museo, dijo que estar “seriamente preocupada” con el impacto de la guerra en Gaza sobre Países Bajos, donde dijo que ha habido un repunte del antisemitismo, la islamofobia y la polarización.

“Es lamentable que la apertura del Museo Nacional del Holocausto coincida con esta guerra. Hace que nuestra misión sea más urgente”, indicó la asociación en un comunicado.

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

Por otro lado, los talibanes han abierto un museo en el norte de Afganistán para exponer sus gestas al público, entre ejemplares del Corán del siglo XVII, bronces, piezas de alfarería y monedas antiguas.

La galería está situada en la mezquita Rawze-i-Sharif, también conocida como mezquita Azul, de Mazar-i-Sharif, capital de la provincia de Bal.

Allí, enormes cantidades de reliquias fueron destruidas, robadas o exportadas a lo largo de cuatro décadas de conflictos.

Sin embargo, está prohibido hacer fotos o grabar, debido a una “orden de las autoridades”, que mandaron exponer esos objetos sobre la guerra únicamente en este museo, según el director, Abdul Qayum Ansari.

“El mundo entero debe ver esto, nuestro pueblo debe ver esto. Pero nuestros dirigentes no piensan igual y yo no puedo decir nada” al respecto”, defendió Ansari

Además, las mujeres afganas tampoco pueden visitarlo, pues tienen prohibido acceder al recinto de la mezquita Azul.

Si hay tan pocos objetos de la guerra expuestos, esto se debe a “la falta de espacio”, según el director.

“Al lado de las antigüedades, estos objetos no tienen ninguna historia antigua, pero han jugado un gran papel en la victoria del Emirato islámico y son excepcionales para el pueblo“, sostuvo.