El presidente Andrés Manuel López Obrador propone la destitución de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal, así como de los jueces y magistrados de circuito.
La reforma al Poder Judicial de la Federación señala que esos cargos se elegirán mediante voto directo y se convocará a elecciones el 8 de junio de 2025, para que los nuevos funcionarios tomen protesta en septiembre del próximo año y los actuales dejen sus cargos.
Los ministros de la Suprema Corte durarán en su cargo entre ocho y 14 años, dependiendo de los votos que obtenga; el Presidente propone eliminar a la Judicatura y crear un Tribunal de Disciplina, así como otro órgano que administre los recursos del Poder Judicial.
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Para obtener los candidatos a ministros de la Corte, la iniciativa indica que la Presidencia de la República propondrá a 10 aspirantes, la Suprema Corte otros 10 y el Congreso otra decena, por lo que los 30 se someterán a voto popular.
A su vez, para blindar las leyes aprobadas y evitar su anulación vía la Suprema Corte, la iniciativa propone establecer el principio de “presunción de legitimidad y constitucionalidad” de las normas, con lo que se evitará su derogación.
También se reduce de 11 a nueve ministros la integración de la Corte y se elimina las dos salas de resolución, con lo que todos los asuntos deberán llegar al Pleno.
Además, “en lo que respecta a las remuneraciones de las personas servidoras públicas del Poder Judicial de la Federación y de los Poderes Judiciales de las entidades federativas y de la Ciudad de México, se establece que aquellos que estén en funciones al momento de la entrada en vigor de esta reforma no podrán percibir remuneración mayor a la establecida para el Presidente de la República en el presupuesto correspondiente”.
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Los ministros, magistrados y jueces destituidos dejarán su cargo y no tendrán derecho a ningún tipo de haber de retiro; es decir, una pensión vitalicia que actualmente se les otorga cuando terminan sus encargos.
LEO