afp Una de las novedades del año pasado se mantendrá para esta edición de 2024: en los alrededores de Auxerre se dará una etapa contrarreloj por equipos más corta  

 

La 82ª edición de la París-Niza, presentada ayer en Versalles, será más que nunca un aperitivo del Tour de Francia, que también finalizará en la ciudad de la Costa Azul en 2024 debido a los Juegos Olímpicos.

El último fin de semana de la prestigiosa carrera por etapas de ocho días (3-10 marzo) pasará por varias rutas que también recorrerá el Tour de Francia, entre ellas la penúltima etapa, con final inédito en Auron, pasando cerca de la Couillole y de Isola 2000, donde se podría jugar la victoria final en la Grande Boucle.

La etapa final de la París-Niza también pasará por el Col de Eze, que estará en el programa del Tour en julio, con una última contrarreloj individual potencialmente decisiva.

“En marzo, en la París-Niza, nos imaginamos en julio, nos proyectamos y elaboramos planes”, comentó el director del Tour, Christian Prudhomme, este martes.

“Hemos condensado el Tour de Francia en ocho días, todavía más en 2024 porque el Tour termina en Niza debido a los Juegos Olímpicos. La París-Niza servirá para repetir las condiciones de carrera”, añadió.

Las seis primeras etapas de la ‘Carrera hacia el Sol’ seguirán el esquema tradicional. Habrá, como este año, una contrarreloj por equipos, en Auxerre.

Una de las novedades del año pasado se mantendrá para esta edición de 2024: en los alrededores de Auxerre se dará una etapa contrarreloj por equipos más corta (26,9 km) pero con más subidas y bajadas, sobre todo en el tramo final, lo que permitirá a los equipos tener estrategias emocionantes para este tramo.