La imagen de un vocho está asociada a Claudia Sheinbaum de diferentes formas. Simboliza su voluntad juvenil, su temprano compromiso y su generosidad siempre abierta, incluso hasta a riesgo propio.

No solamente una vez estuvo dispuesta a donar “el vochito” como premio de una lotería cuyos beneficios serían dirigidos a pagar transporte de “los compañeros”, propaganda o la modesta campaña de un dirigente popular de aquellos años 80.

Un apreciado colaborador de ella me comentó hace varios años la anécdota conmovido por la fuerza de la disposición de Sheinbaum dentro del movimiento estudiantil y social de los cuales ha sido parte estas décadas.

Arturo Cano en el libro Claudia Sheinbaum Presidenta la menciona recorriendo las calles en un VW; había aprendido a manejar desde los 15 años. Su hijo Rodrigo Ímaz realizó en 2007 un dibujo titulado “Ya no llueve”, donde uno de esos icónicos autos es tomado por un calamar.

Ayer se estrenó en YouTube y en el Teatro Metropólitan Claudia: el documental, producido y dirigido por el hijo de la precandidata presidencial de Morena, el cual expone los años de activismo así como evidencias de las razones de su visión social y política.

Cuando se le menciona como una mujer de izquierda no es solamente por su militancia a favor de los mismos principios de igualdad, comunidad y Estado de Derecho conocidos actualmente. Es una convicción de 40 años. Desde su participación en la huelga de hambre de Rosario Ibarra de Piedra frente a la Catedral metropolitana, el movimiento del Consejo Estudiantil Universitario o el acompañamiento al ahora presidente Andrés Manuel López Obrador.

De su activismo en el CEU destaca por ser la única mujer en intervenir en el diálogo público. El cronista Carlos Monsiváis, en Entrada libre. Crónicas de la sociedad que se organiza, recoge el momento en que una joven coloca el 28 de enero de 1986 la bandera de huelga en la torre de Rectoría. La muchacha era Sheinbaum.

Martí Batres, su sucesor en la jefatura de Gobierno de la CDMX, cerca de la izquierda desde su etapa como representante de la preparatoria 7, recuerda en Crónica de una Victoria este pasaje del movimiento estudiantil: Una madrugada llegaron porros y ante el riesgo de enfrentamiento, Sheinbaum pidió a los ceuístas “absoluto orden y silencio”. La situación quedó ahí.

Fue una voluntad exhibida desde joven. Una foto publicada en el periódico The Stanford Daily el 1 de octubre de 1991, la muestra en una protesta en California durante una visita del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari mientras sostiene una pancarta con la leyenda “Fair trade and democracy now”. Recuerdo haber visitado su casa para estudiantes entre Stanford y Berkeley.

Conserva el mismo sentimiento y anhelo de justicia social. Se mantiene fuerte y sensible. Esa fue la muchacha de la bandera en Rectoría, quien ahora encabeza las preferencias presidenciales para 2024. No es una historia de la pantalla grande, sino de la vida muy real… y el futuro.

    @guerrerochipres