Mar de Acapulco tras Otis TRAGEDIA. Éric Strehl bajó a las profundidades y encontró basura en lugar de corales, bosques submarinos, cardúmenes o la flora y fauna subacuática.  

Los restos de cientos de embarcaciones yacen en el fondo del mar a lo largo de la costa de Acapulco, donde la temperatura del agua alcanza los 31 grados centígrados hasta a 15 metros de profundidad y donde se pueden apreciar pocos peces en el mar o aves en la superficie.

Pero no sólo hay fragmentos de embarcaciones de gran calado como algunos yates o lanchas y cayucos, sino que también hay ventanas, árboles y basura que los vientos de Otis arrojaron al mar dejándolos en el lecho marino.

A 27 días de que el huracán tocara tierra con categoría cinco en Acapulco, la temperatura se mantiene arriba también en el mar, no sólo en la superficie de la tierra, donde la cubierta vegetal prácticamente desapareció, sino que la vida en el mundo marino cambió.

TODO CAMBIO

Éric Leonardo Strehl Rodríguez, joven que practica el buceo libre desde hace cinco años, narró que el panorama en la profundidad de las aguas no es diferente al que el fenómeno natural dejó en el puerto, pues donde hubo corales, bosques submarinos, cardúmenes o la flora y fauna subacuáticos, ahora se observan fragmentos de lanchas, motores o luces de bengala de emergencia.

El joven buzo igualmente es voluntario en el proyecto de censos de corales que realiza el fotógrafo y biólogo marino, Juan Barnard, y lamentó que las colonias de tales organismos sigan muriendo, pues son refugio natural de peces, pero hoy, son escasos los que ha visto.

Incluso los pescadores, comentaron que el sol no sólo es más intenso ante la falta de árboles, sino que también hay menos peces a menor profundidad y, por lo tanto, tienen menor posibilidad de pescar algo con cañas, dijo Strehl Rodríguez.

“Acompañé a un amigo a pescar y pescó muy poco. El clima es muy diferente tanto en el mar como afuera. Hay mucha basura en todos lados”, explicó.

YA NO SE VEN AVES O PECES

Strehl Rodríguez hizo inmersiones a pulmón hace un par de días en torno a la isla de la Roqueta, donde se encuentran colonias de corales.

Sin embargo, al llegar a la playa -explicó- Las Palmitas de la ínsula, las aves que habitualmente estaban en las ramas de los árboles, en las ensenadas o en los acantilados ya no están y las que vio eran muy pocas.

“Se ve diferente el mar, está más tranquilo, está el agua turbia y caliente. En esta época del año no se sentía el agua caliente. Antes de Otis había más pesca, más animales, aves y ahora hay más basura, muchos plásticos, parte de yates, lanchas, motores, basura de las lagunas, 

Comentó, sin abundar en ello, que sus compañeros de buceo libre que han sido voluntarios en la recuperación de embarcaciones menores, han recuperado cuerpos de víctimas que murieron atrapados en el Paseo del Pescador cuando el huracán tocó tierra en Acapulco.

El buzo empírico participó en la reunión que este fin de semana llevaron a cabo empresarios, jóvenes, vecinos de diferentes colonias del puerto y profesionistas del sector ambiental para recuperar la cubierta vegetal de la ciudad.