Foto: Cuartoscuro / archivo / La caída de recursos para atender contingencias se ha dado durante todo el sexenio, a pesar de que se han presentado sismos, inundaciones y contingencias volcánicas  

Los recursos para atender emergencias en el país han tenido un desplome de 70% durante la autoproclamada Cuarta Transformación, respecto a lo ejercido durante el último año del sexenio anterior.

De acuerdo con los anexos del Quinto Informe, mientras que en 2018 se destinaron 26 mil 93 millones de pesos para atender contingencias, el año pasado sólo se ejercieron 7 mil 750 millones de pesos para ese rubro.

En el sexenio encabezado por Enrique Peña Nieto (2012-2018) se ejercieron 140 mil 588 millones de pesos en atender emergencias, mediante el Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), que desapareció durante el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Sin Fonden y con una estrategia de entrega de recursos de manera directa y sin intermediarios, en lo que va de la Cuarta Transformación (2018-2023, con corte a junio) se han destinado 56 mil 151 millones de pesos.

La caída de recursos para atender contingencias se ha dado durante todo el sexenio, a pesar de que se han presentado sismos, inundaciones y contingencias volcánicas, en los últimos años.

El Fonden establecía que los recursos, tras la declaratoria de Emergencia, eran canalizados a los municipios y estos los ejercían para atender según lo que se requiriera, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la desaparición de ese fideicomiso.

Según lo expresado por el titular del Ejecutivo federal, el Fonden era la “caja chica” de los funcionarios, quienes aprovechaban las tragedias para cometer presuntos actos de corrupción.

Aunado al desplome de recursos para atender emergencias, el Presidente encargó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) administrar los recursos para desastres naturales y atender de forma directa a los damnificados.

Según información pública, el Ejército ha comprado miles de colchones, estufas, refrigeradores, cobijas y licuadoras, mismos que fueron entregados tras un proceso, ya sea por licitación o adjudicación directa, para después ser llevados a los almacenes y trasladados hasta los hogares de los damnificados de varias contingencias.

En julio de 2021 se publicó el acuerdo en el Diario Oficial de la Federación (DOF) por el que se abrogan las Reglas Generales del Fondo de Desastres Naturales que datan de 2010, para que los recursos se regresarán a la Tesorería de la Federación, así como los de otras decenas de fideicomisos que fueron eliminados.

El Fonden servía para que el dinero de atención de desastres se canalizara casi de forma inmediata a los municipios en emergencia; sin embargo, con las nuevas reglas, aunque la asignación es directa y ya no tiene como intermediarios a los ayuntamientos del país, ahora es más tardado el proceso, pues los recursos son, primero, transferidos a las dependencias, las cuales salen de compras para la entrega de insumos a los damnificados, o en el caso de Bienestar se destinan los apoyos en dinero.

En su conferencia del 7 de octubre de 2020, cuando se anunció la eliminación del Fonden, el presidente López Obrador dijo que ese fideicomiso iba a eliminarse, porque “hay elementos suficientes para sostener que era una especie de caja chica; bueno, ni tan chica para funcionarios que compraban de todo sin licitar. Miles de millones de pesos en catres, láminas de zinc, en todo, a precios elevadísimos, hay gente que vivía de venderle a Gobernación, que hacían buenos negocios”.

Debido a la extinción del Fonden, ordenada por el mandatario nacional, el presupuesto para contingencias opera bajó el control directo por la Tesorería de la Federación.

LEG