Foto: Carlos Ángeles / Alimento para Todos rescata productos de la Central de Abasto de la CDMX, donde se desperdician 500 toneladas de alimentos al día  

Desde hace seis años, la señora Candelaria acude al Banco de Alimentos en busca de jitomate, cebolla y tortillas, entre otros artículos de consumo para su familia, pues es mucho más barato que acudir a otros lugares, en una economía donde el dinero nunca alcanza.

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“Ya tengo como seis años que vengo. Está muy bien para la economía de nosotros, es más barato que en el mercado”, explica mientras se lleva lo necesario para alimentar a los suyos.

Hace cinco años, don Luis dejó su labor como transportista para convertirse en un líder de la comunidad Ramos Millán, en Iztacalco, donde todas las semanas se encarga de repartir despensas a bajo costo para familias de escasos recursos.

“Es satisfactorio. Aquí la gente aprende empatía. Nos ponemos en los zapatos del otro, te sensibilizas. Yo en Alimento Para Todos (APT) llegué como transportista, vi en qué consistía todo y me empecé a adentrar hasta que puse mi comunidad… y realmente sientes lo que es apoyar”, dice a 24 HORAS.

En esta comunidad, familias enteras acuden en busca de alimentos, artículos de limpieza y hasta pañales recuperados por la asociación Alimento Para Todos, que a su vez forma parte de la Red de Bancos de Alimentos de México (Bamx).

A escala nacional, poco más de 120 mil personas son apoyadas con comida cada semana, la cual es rescatada de entre los sobrantes de hoteles, restaurantes, mercados, aduanas, empresas diversas y centrales de abasto.

Debido a su ubicación, el banco de alimentos en la comunidad de Ramos Millán atiende a familias provenientes de Iztacalco e Iztapalapa, aunque también acuden personas de áreas como Xochimilco y el oriente del Estado de México, como Ixtapaluca.

“Somos un Banco de Alimentos que lo que hace es luchar contra el hambre, recuperando lo más que se pueda. Aquí atendemos a 700 familias, un equivalente de 2 mil 800 personas por semana”, dice Luis con una sonrisa, orgulloso de su labor.

“Yo me encargo de hacer el listado de lo que tenemos, tanto en verduras como en frutas. A las personas siempre se les explica que es lo que contiene la despensa. A veces puede ser fruta, pero de base siempre llevan tortilla o totopos”.

“Tratamos de reciclar lo más que se pueda, no entregamos bolsas. Más o menos manejamos familias de cuatro o cinco integrantes. Hay familia con más y se llevan dos despensas, en las cuales llevan algo de semillas, lácteos, producto perecedero, que es de lo que más recibimos”, añade.

Buena parte de los productos son recuperados de la central de Abasto, en Iztapalapa, donde se calcula que se desperdician 500 toneladas de alimentos al día, algo imperdonable en un país donde hay gente que sufre de hambre, que no le rinde el dinero ni para comer.

“Alimento para todos nació hace 28 años, porque nos dimos cuenta que en la Central de Abasto se desperdicia mucho alimento”, lamentó Daniela Linares, directora de Relaciones Públicas de APT.

En México se desperdician anualmente cerca de 30 millones de toneladas de comida, de las cuales, en 2022, solo se lograron recuperar 150 mil toneladas para consumo humano.

En ello coincidió Claudia García Zambrano, directora Nacional de Alianzas Estratégicas en Inversión Social, quien destacó que el sector restaurantero, los supermercados y el propio campo están entre los que desperdician mayor cantidad de alimentos.

“Lo que hoy realizamos como red Bamx tiene un impacto importante y más en este país donde más de 20 millones de mexicanos se encuentran en inseguridad alimentaria”, destacó.

Alimentos para Todos colabora también con comedores comunitarios, donde las personas pueden comer bien, caliente, por solo 14 pesos. A este sitio acuden personas como Valente, quien labora como diablero.

“Aquí trabajo todos los días, soy diablero y para mi caso personal es un apoyo, una ayuda para los que somos de bajos recursos. La comida es muy agradable. Todo el lugar se llena, las personas vienen a almorzar temprano”, mencionó.

En el marco del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, García Zambrano aconseja a los ciudadanos “que no vayan al super con hambre, porque lo que ocurre es que empezamos a comprar sin ton ni son, porque todo se nos antoja”.

“Planeen sus compras, porque cada vez que desperdiciamos alimento, también estamos tirando dinero, y cada vez que tiramos algo a la basura estamos también generando gases de efecto invernadero”.

FRASE

“Todo esto es producto recuperado de Alimentos para Todos. Todo está apto para consumo. Una caja como esta lleva lácteo, tortilla, papel de baño, producto de aseo personal, limpieza, frutas y verduras. Los precios no pueden exceder más del 10% de su valor”
Luis
Voluntario

 

LEG