Ante el incremento reciente en el uso “recreativo” de fentanilo, la doctora Nadia Robles Soto, del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones, reconoció que existe mucha preocupación entre la población en general y médica por el consumo de esta sustancia.
“Ahora estos medicamentos han sido mal usados (…) se sabe de algunas malas prácticas médicas o en algunos sectores médicos se llegan a desviar para el uso -voy a entrecomillar- recreativo porque finalmente es un elemento que no es inocuo y puede dañar bastante la salud”, declaró.
Durante el Segundo Curso de Salud Mental y Adicciones organizado por la Comisión de Salud del Senado, la especialista recordó que los opioides son usados en el campo médico como apoyo a la anestesia y analgésico para el manejo del dolor crónico.
Dijo que el manejo del fentanilo es muy delicado porque puede provocar una sobredosis en el paciente que los médicos pueden revertir con la Naloxona.
Destacó que hay varias medidas para el control de este elemento, pero, “desafortunadamente, es una problemática que puede estar un poco encubierta en la práctica clínica, pues he conocido médicos que utilizan el fentanilo, no es en todos los casos evidentemente, pero si hay un riesgo”.
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Señaló que los médicos tienen todo el conocimiento acerca de las características de la sustancia; no obstante, sugirió ampliar la información entre el personal administrativo de los hospitales, así como en enfermeros y camilleros.
En este contexto la doctora María Soledad Ruiz, psiquiatra y directora general del Instituto de Salud mental de Durango, advirtió que “tanto en el pasado, el presente así como en el futuro -ojo- no habrá política perfectible, si su quehacer es ajeno a resolver las necesidades biológicas, psicológicas, socioculturales, espirituales y medioambientales del ser humano lo demás va a ser simple demagogia”, advirtió.