Aunque en su posición de precandidato presidencial republicano en decrecimiento de expectativas, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que metería tropas estadounidenses a México desde el primer minuto de su posible gestión para combatir a los cárteles mexicanos de la droga.

Pero antes hay que hacer unas pequeñas aclaraciones: México produce la droga, pero los estadounidenses la consumen con singular alegría y las diferentes versiones de esos productos cruzan la frontera de más de 2 mil millas entre los dos países en circunstancias que sólo se pueden explicar por la corrupción de las autoridades americanas que permiten que la droga pase y se distribuya con tranquilidad en los 50 estados americanos.

En caso de ser electo, DeSantis ahorraría dinero y la complejidad de enviar tropas al extranjero -peor aún: a su frontera sur- si se pudiera comprometer a hacer todo lo que estuviera en sus manos para disminuir el consumo de droga de sus connacionales.

Pero suponiendo que DeSantis ganará las elecciones, la movilización de militares tendría que pasar por el Congreso y la declaración previa de guerra contra el Gobierno de México. Y si Bush Jr. engañó a los estadounidenses y falsificó inteligencia para invadir Irak y Afganistán, DeSantis puede ser lo mismo o México, pero con un Congreso que no se jugará el pellejo por un capricho que estallaría una guerra con su principal socio comercial y vecino.

México nunca autorizaría la presencia de tropas extranjeras para realizar labores propias de las tropas nacionales y menos se quedaría con los brazos cruzados si el presunto gobierno de los republicanos decide enviar tropas. Y una presencia de soldados extranjeros sin autorización del Gobierno local tendría que ser tomada como un acto de guerra.

Así que los republicanos parece que se preparan para declararle la guerra militar a México.

Zona Zero

  • La recomposición ideológica de gobiernos de 32 países de América latina se está convirtiendo en un dolor de cabeza del Departamento estadounidense de Estado: 15 naciones tienen administraciones de izquierda y centroizquierda, y 17 de derecha y centroderecha. Y todos esos gobiernos se han instalado en sus palacios sin ninguna intervención y apoyo directo de la Casa Blanca y por lo tanto el gobierno de EU carece de mecanismos para exigir lealtades más allá de las diplomáticas.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

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