Foto: Cuartoscuro / archivo / La especialista de la Universidad Texas A&M comentó que ya no es momento de prepararse para la desertificación que enfrentan varias regiones en todo el planeta  

La crisis del agua llegó para quedarse y no hará sino empeorar si los hábitos de consumo de la industria, la agricultura y la población no dan un giro, mientras que actualmente 49% de los mexicanos enfrenta alguna condición de sequía.

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Así lo explicaron especialistas consultados por 24 HORAS, quienes aseguraron que factores como el cambio climático y la mala gestión de los recursos hídricos son algunos de los factores que han provocado esta crisis.

Rosario Sánchez Flores, investigadora en el Instituto de Recursos Hídricos de Texas, sostuvo que 80% de la crisis hídrica que actualmente se está viviendo es el resultado de una mala administración del recurso, es decir, no por la cantidad de agua disponible, sino en la cantidad de agua que se usa.

La especialista de la Universidad Texas A&M comentó que ya no es momento de prepararse para la desertificación que enfrentan varias regiones en todo el planeta, sino que ahora hay que concentrarse en la adaptación.

En el sur de Estados Unidos, indicó, han iniciado con el reemplazo de infraestructura vieja como respuesta a este proceso, lo cual requiere una gran inversión de dinero, pero también debe replantearse en qué se va a usar el agua ahora, cuánta y quién tiene la prioridad, además de la calidad del líquido.

“El problema es la calidad, porque a menor cantidad, pues menor es la calidad de agua. La inversión que se va a necesitar en tratamiento, en reuso, en el agua circular, la infraestructura verde, los microclimas, en la conservación, los incentivos a la conservación, no solamente desde el punto de vista doméstico, sino que va a hacer la industria.

“¿Se les va a seguir dando agua potable para producir o se van a animar a utilizar todos agua residual? Como debería de ser desde hace muchísimo tiempo. Igual la agricultura, ¿van a seguir explotando, van a seguir con sus subsidios a la explotación de acuíferos, o realmente se van a poner a pagar? Si se ponen a pagar, pues dejará de ser totalmente insostenible económicamente hablando”, puntualizó.

En México, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) consideró la experta, está desmembrada, totalmente fracturada e incapacitada. El primer paso para enfrentar esta situación, señaló Sánchez Flores, es el reconocimiento del problema, pese a que existen fuertes reticencias de parte de las autoridades mexicanas.
En segundo lugar es dejar de pensar que se puede atender todo desde la Ciudad de México, lo que demuestra un desconocimiento absoluto de la problemática, de su magnitud y de los alcances de los resultados.

Criticó que desde el punto de vista político se prefiere “patear el bote” y que le toque al que le sigue, pues la prioridad no es atender la problemática de agua, y ni siquiera está en la agenda binacional.

La investigadora apuntó que otro problema serio en este sector es la transparencia y la falta de información, pues la poca que existe sobre el tema es poca y poco confiable, pues incluso el sitio de la Conagua fue hackeado hace pocos meses.

“Hay mucha resistencia a reconocer que hay un problema… La información que tienen no es muy confiable y no comparten toda la que tienen. Los niveles de las presas ni siquiera son públicos ni en tiempo real. No te ayudan ni a tomar decisiones.

“Y tampoco te ayudan para ayudar a la comunidad a que forme parte de la solución, luego viene el caos, como le pasó a Monterrey, por una desinformación y por una falta de transparencia de comunicación efectiva con la sociedad. Es otro problema que hay que atender de manera urgente: la comunicación y la transparencia”, apuntó.

Destacó que se está frente a un problema que no podrá resolver la Federación, los estados o la sociedad, pues en realidad se requiere de todos los sectores, incluida la academia y la industria.

La situación es seria, enfatizó, y a eso se suma la legislación en el país que está basada que viene de la época de la Revolución y está sustentada en sus principios de tierra, libertad y subsidios.

Según datos de la Conagua al 31 de julio, 49% de la población en el país enfrenta algún tipo de condición de sequía, siendo regiones de los estados de Michoacán, Jalisco, Durango, Zacatecas, Guerrero, Guanajuato, Colima y Aguascalientes las más afectadas.

Al respecto, la especialista en Sistemas Ambientales y Energía y líder Nacional de Medio Ambiente del Tecnológico de Monterrey, Delia Gutiérrez, mencionó que esto es totalmente responsabilidad de los impactos que el ser humano tiene sobre el medio ambiente, el cambio climático que ha afectado a los patrones de precipitación y la manera como se han gestionado los recursos hídricos.

“Si nosotros no reducimos nuestro consumo de agua o de otros recursos naturales, también estamos impactando al cambio climático. Se generan más altas temperaturas, incluso por el uso de combustibles fósiles o procesos que generan más CO2 y estamos generando un incremento en las temperaturas. Es una combinación de muchos factores”, dijo Gutiérrez.

La crisis que esto ha generado, como ocurrió en Nuevo León, continuó la experta, no ha sido superada, pues el explotar pozos o traer agua de nuevas fuentes no soluciona el problema.

“El problema de raíz implica cambios en nuestros consumos, reducir nuestro consumo, reutilizar el agua, hacer una gestión sostenible del recurso hídrico, hacer una gestión incluso circular del agua que nos permita estarle dando vueltas a esa agua para que nosotros la podemos utilizar tantas veces sea posible y poder con ello reducir nuestros impactos en nuestra huella hídrica”, explicó.

El reto, continuó, no solamente es la escasez de agua, sino la contaminación de lo que se tiene disponible de este recurso.

“El mensaje es que la crisis no ha pasado, la crisis sigue y lamentablemente la crisis va a continuar y si seguimos con nuestros mismos hábitos de consumo la vamos a empeorar”, advirtió la investigadora.

Expuso que los cambios de temperatura afectan sectores como el turismo, al alimentario, el agrícola, la industria y obviamente la calidad de vida de las personas.

Actualmente, añadió, ya no es suficiente pensar en acciones de mitigación, sino que ya se tiene que pensar en acciones de adaptación, de cómo nos adaptamos a estos nuevos cambios, los periodos más largos de sequía, a las altas temperaturas y a disminuir la vulnerabilidad ante estos estragos del cambio climático.

Finalmente, lamentó que los aspirantes al Presidencia de la República no incluyan el agua en sus exposiciones, ya que es un tema que debe de estar “sí o sí” en la agenda de todos ellos, pues el acceso a este recurso es parte de que una comunidad sea próspera o no.

FRASES

“El cambio que tenemos que hacer es drástico, es dramático desde el punto de vista institucional, desde el punto de vista legal, desde el punto de vista social, desde el punto de vista económico. Va a salir muy caro y a nadie le gusta asumir esa responsabilidad”
Rosario Sánchez Flores, investigadora en el Instituto de Recursos Hídricos de Texas

“Estamos alterando esos patrones y estamos viendo consecuencias que en otros tiempos no estábamos viviendo; definitivamente está relacionado con el cambio climático y los impactos que nosotros con nuestras actividades estamos generando”
Delia Gutiérrez
Especialista en Sistemas Ambientales del Tec de Monterrey

LEG