Pancartas con el rostro sonriente del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio aún cuelgan en el lugar de su último mitin, en el norte de Quito. Un ramo de rosas blancas y a pocos pasos unas manchas de sangre delatan la tragedia.
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Una mujer en bicicleta se detiene y coloca un cartel escrito a mano: “Malditos narcopolíticos, pagarán“. Una línea más abajo, la leyenda “por siempre Fernando T.Q.M. (Te Quiero Mucho)”.
El presidente Guillermo Lasso decretó ayer el estado de excepción durante 60 días e informó que solicitó ayuda del FBI (Estados Unidos) para investigar el asesinato del candidato, segundo en intención de voto para las elecciones generales del 20 de agosto en algunas encuestas.
Villavicencio, un experiodista de 59 años y de centro que destapó varios casos de corrupción, murió el miércoles al ser baleado cuando abandonaba un polideportivo en el norte de la capital después de encabezar un mitin. Denunció la semana pasada amenazas contra él y su equipo de campaña por parte del Cártel de Sinaloa y su brazo operativo en Ecuador, Los Chanelos, a cargo del narcotraficante conocido como Alias Fito, quien se encuentra detenido.
La tasa anual de homicidios en el país casi se duplicó en 2022 a 25 homicidios por cada 100 mil habitantes. Las matanzas carcelarias dejan más de 430 reclusos muertos desde 2021.
ATENTADO
El médico Carlos Figueroa, un amigo de Villavicencio que le acompañaba en el momento del atentado, dijo que los atacantes realizaron unos 30 disparos.
El diario El Universo, el principal del país, señaló que Villavicencio fue asesinado “al estilo sicariato y con tres tiros en la cabeza”. La Policía detonó un artefacto explosivo hallado en el sitio del atentado.
El movimiento Construye exigió la creación de una comisión internacional que investigue el asesinato de su “valiente” líder. “No vamos a permitir que la narcopolítica siga campante y se burle una vez más de la justicia”, indicó en un comunicado.
‘ATAQUE A LA DEMOCRACIA’
Estados Unidos, España, Chile, la Unión Europea y la misión de observadores de la OEA condenaron el crimen.
Es un “descarado acto de violencia y ataque a la democracia ecuatoriana”, afirmó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
“Es un ataque contra las instituciones y la democracia de Ecuador”, declaró el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
“Lamentamos mucho que esto haya pasado a Ecuador y enviamos un saludo afectuoso, acerca de las causas (…) hay que esperar los resultados de la investigación y se castigue a los responsables”, dijo desde México el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Como periodista, Villavicencio destapó un esquema de corrupción por el que Correa, quien desde 2017 vive en Bélgica, fue condenado en ausencia a ocho años de prisión.
Después, ejerció como presidente de la Comisión Legislativa de Fiscalización, donde continuó denunciando casos de corrupción.
LEG