El método de selección del candidato de la oposición para la elección presidencial del 2024 está lejos de ser perfecto, pero es el primer intento serio por involucrar a los simpatizantes de los tres partidos en una elección primaria.

Quienes aspiran a la candidatura presidencial por la alianza Va Por México deberán no solo someterse a la opinión de la ciudadanía vía encuestas, también deberán exponer en por lo menos tres foros su visión del país.

Y después aceptar la decisión de la población que participe en ese ejercicio vía el voto libre.

No es perfecto, por supuesto, pero se incluyeron cerca de 80% de las propuestas de organizaciones ciudadanas interesadas en participar en la organización del proceso.

La negociación no fue sencilla, pues implicó que los consejeros políticos de los tres partidos aceptaran ceder posiciones.

Pero al final prevaleció la visión de una oposición integrada a partir no de la candidatura presidencial sino de un programa compartido de gobierno.

Hay metas claras y la ruta trazada, que se reforzará una vez que se elija al candidato presidencial.

La unidad mostrada hasta el momento no está exenta de rupturas.

Al interior del PRI y el PAN existen voces aún que cuestionan la utilidad de la sociedad y exigen ir solos a los comicios del próximo año, lo cual sería un suicidio político.

Todavía la alianza deberá enfrentar, el próximo año, la sacudida que representará el reparto de posiciones para el Senado, la Cámara de Diputados, las 9 gubernaturas y los cientos de candidaturas para presidencias municipales, sindicaturas y diputaciones locales.

Con todo eso, el método ofrece mayor legitimidad que las encuestas anunciadas por Morena cuyo resultado, hasta ahora, es muy previsible.

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Claudia Sheinbaum realizó un recorrido por el Estado de México; visitó Tecámac, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

En los tres eventos la exjefa de Gobierno fue recibida como virtual candidata presidencial y no como aspirante.

Se ve que en el Estado de México los operadores de Morena siguen teniendo afilado el colmillo.

Sheinbaum reiteró su oferta de continuidad del proyecto lopezobradorista.

“En esencia, vamos unidos para el 2024.

“Entre nosotros no debe de haber división, todos deben caminar el país para hablar del momento histórico que estamos viviendo; vamos formando unidad, lo que siempre hemos llamado en el movimiento: la revolución de las conciencias’’, dijo.

A ver.

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Dice Adán Augusto López Hernández que consolidar el proyecto lopezobradorista necesitará “4 o 5 sexenios’’ y que López Obrador está sentando las bases para “terminar con la desigualdad’’.

Si queda país en 4 sexenios, habrá que ver qué es lo que van a reformar para entonces.

Y también explicarle al exsecretario de Gobernación que terminar la desigualdad no es que todos los mexicanos seamos pobres, como parece pretender el Gobierno, sino que haya muchos más mexicanos por encima del umbral de pobreza.

Porque más allá de la narrativa triunfalista de los funcionarios cuatroteros, los números fríos y comprobables, demuestran que en este sexenio el número de pobres ha aumentado en casi tres millones pese a la derrama indiscriminada de dinero a través de los programas clientelares.

Por eso era importante que las corcholatas de Morena expusieran su visión de país para conocer, más allá de una posición lacaya en torno a la figura presidencial, cuál es la visión de país que tienen.

El exsecretario por lo menos necesita lentes de realidad, nada más.

LEG