Foto: Especial / Enrique tuvo la oportunidad de ser director de diversidad en Juchitán y cada año es parte del comité que organiza la marcha en Oaxaca  

Muchos años tuvieron que pasar para que la comunidad LGBT ganara derechos, pero hay quienes no alcanzaron a ver cristalizada su lucha por discriminación, homofobia o violencia, afirmó Pedro Enrique Godínez Gutiérrez, muxe de Juchitán, Oaxaca.

La muxeidad es un estilo de vida, dijo, ellos no se definen como hombres o mujeres sino que consideran que existe un tercer género en el que converge su admiración y respeto por las mujeres, sin olvidar su condición de hombres; asumen tareas y labores femeninas sin que sean mal vistos dentro de la comunidad.

Se estima que en esta región del Istmo de Tehuantepec existen al menos 3 mil hombres que se identifican con este término de origen zapoteco, cuyo significado en español es “mujercito”.

Hijo de una familia tradicional -de madre ama de casa y padre ferrocarrilero- al mismo tiempo que nació Enrique en 1965, lo hizo también La Kika; su personalidad femenina, siempre ha estado presente.

En entrevista con 24 HORAS relató que toda la vida se sintió diferente, con mayor interés por el cuidado de la casa y pasando tiempo con su mamá.

DESTINO POR TRADICIÓN

En la tradición muxe muchos consideran que ellos están destinados a quedarse en el hogar, una especie de protectores de los padres en la vejez, lo que también ven como bendición.

“Cuando iba a la secundaria el bullying era usual, se sabía de nosotros, pero era algo despectivo, la burla en una sociedad machista. Te decían joto, maricón, puto, en esos años no había tolerancia, sino rechazo”, expresó.

Indicó que ahí surgió la primera lucha, no dejarse, defenderse, aunque esto implicara que algunas veces lo golpearan; conforme crecía las agresiones eran mayores.

“A los 16 años sufrí una violación por parte de dos chicos, esto me marcó y me llevó a cuestionarme quien era yo y el porque me pasaban cosas así, entonces después de pensarlo mucho y de ver que también mi papá y mi mamá discutían por mi causa, me llevó a buscar mi camino”, sostuvo.

DEFENDER LIBERTADES

Al terminar la secundaria, La Kika emprendió su viaje a la Ciudad de México, donde trabajó como bailarín y posteriormente se especializó como peinador, oficio que lo llevó a trabajar en Imevisión, donde conoció a muchas figuras del cine y la televisión; fue a mitad de los ochenta cuando comenzó su labor como activista.

En esa época conseguir preservativos era difícil, recordó, aún más cuando notaban su forma de ser; “quizá si no hubiera existido tanta discriminación se hubieran evitado muchas muertes”, opinó.

La semana pasada se realizó la marcha del Orgullo en Oaxaca capital, ahí estuvo presente para denunciar que ahora las problemáticas de esta comunidad son otras: asesinatos de personas trans que no se investigan y que quedan impunes, como si se tratara de seres que valen menos, algunos de ellos.

Defender su libertad, señaló, también se hace con el orgullo de portar el traje de Tehuana, como La Kika, que este año tendrá la oportunidad de ser la reina de la Vela, una festividad que reúne a los muxes de la región, para celebrar su identidad y su naturaleza.

Cita

En los 80 fueron las primeras marchas, no las numerosas de ahora, ahí la exigencia eran los servicios de salud, porque empezaba la ola del VIH”
ENRIQUE GODÍNEZ, LA KIKA
Muxe de Juchitán Oaxaca

Números:

3 mil muxes
habitan la región del Istmo de Tehuantepec; su significado en zapoteco es mujercito

5.1% de mexicanos
se autoidentifican con una orientación sexual e identidad de género LGBT+; unos 5 millones

LEG