HONDURAS
Foto: AFP / Familiares de reclusas se reunieron ayer afuera del centro de detención para recibir noticias de las reclusas en Tamara, localidad de Honduras  

Un incendio provocado por choques de organizaciones criminales dejaron al menos 46 muertas en una prisión de Honduras, uno de los países con mayor nivel de violencia penitenciaria, que contabiliza más de mil muertos en veinte años.

De acuerdo con las autoridades, reclusas de la pandilla Barrio 18 irrumpieron con armas de grueso calibre en el edificio donde se ubican sus rivales de la Mara Salvatrucha (MS-13) y posteriormente le prendieron fuego.

Hay “más de 21 armas de fuego, dos granadas de fragmentación también”, dijo a un foro televisivo el director de planeamiento y Operaciones de la Policía Nacional, comisionado Juan Rochez.

Cientos de parientes acudieron a las afueras de la Dirección de Medicina Forense al este de la capital mientras los médicos forenses identificaban a las víctimas. Unos 23 cuerpos fueron entregados.

“No se si mi hija murió acribillada o apuñalada”, comentó entre lágrimas a medios locales Olga Castro, que perdió a Jenny Patricia Castro, de 44 años. “Dicen que escuchaban que ellas gritaban que les abrieran los portones porque en el módulo 1, en el que estaba ella, le echaron llave por fuera cuando se estaban quemando”.

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, se declaró “conmocionada” y anunció medidas “drásticas”. Una de ellas fue destituir al ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, y reemplazarlo por el director de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez.

En diciembre pasado, Castro declaró un “estado de excepción”, medida que se asemeja a las impuestas por Nayib Bukele en El Salvador, aunque con menos acciones y resultados.

TRIÁNGULO DE LA MUERTE

Junto a sus vecinos El Salvador y Guatemala, Honduras conforma el denominado “triángulo de la muerte”, plagado de pandillas o maras que controlan el tráfico de drogas y el crimen organizado.

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH) llamó al Estado de Honduras “a investigar los hechos, prevenir su repetición y proteger la vida de las personas privadas de libertad”.

La mayor tragedia ocurrió el 14 de febrero del 2012, cuando en la prisión de Comayagua, unos 50 kilómetros al norte de la capital, murieron calcinados 362 reos.

CON INFORMACIÓN DE AFP

DATOS DE DERECHOS HUMANOS

1,050
Personas privadas de libertad perdieron la vida violentamente en los centros penitenciarios de Honduras desde 2003

23
Cuerpos de mujeres fueron entregados a sus familiares tras el hecho ocurrido esta semana

20.000
Internos se encuentran en 26 prisiones, donde se pretende evitar que los reos sigan delinquiendo desde las cárceles

LEG