El mensaje es claro: el presidente Andrés Manuel López Obrador apuesta por una política exterior enfocada a liderar las izquierdas en América Latina y ha mandado para el último tramo de su administración a un segundo término la relación con los Estados Unidos.

El relevo de Marcelo Ebrard en la cancillería será la actual embajadora de México en Chile, Alicia Bárcena, a quien congresistas de Estados Unidos han calificado de tener “tendencias comunistas”.

Las señales apuntaban a que la relación bilateral con el vecino del norte seguiría siendo la máxima prioridad; por ello estuvo en México en estos días el embajador en Washington, Esteban Moctezuma Barragán, para sostener pláticas que lo llevarían a encabezar supuestamente la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Desde afuera de Palacio Nacional subió en sus redes sociales un video en el que informaba de la reunión con el Presidente el 29 y 30 de mayo… y hasta el empresario Ricardo Salinas Pliego subió una foto con él a sus redes sociales en donde informaba de la reunión con su “amigo el embajador”, con el que conversó, presumió sobre el volcán en erupción en México, comentario acompañado de un emoticón de guiño.

Junto con los nombres de Juan Ramón de la Fuente y Héctor Vasconcelos, el de Moctezuma Barragán sonaba muy fuerte para cerrar el sexenio como cabeza de la diplomacia mexicana; el enroque sonaba muy lógico en un escenario en el que los fenómenos migratorios continúan siendo algunos de los más grandes problemas a resolver a nivel nacional e internacional.

El exsecretario de Educación Pública durante la primera parte del sexenio de AMLO estaba convencido de que sería el elegido para tomar el lugar de Ebrard; en algunas oficinas de allá por el Ajusco daban el nombramiento como un hecho, asegurando que se fortalecería su relación con el Gobierno federal.

La sorpresa llegó la mañana de ayer martes, cuando se reveló que la designada era la exsecretaria Ejecutiva de la Comisión Económica de la CEPAL y excandidata a dirigir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), este último, el cargo para el que fue vetada por los republicanos en los Estados Unidos.

“No podemos permitir que una simpatizante comunista dirija el Banco Interamericano de Desarrollo. En un momento en que los socialistas se están apoderando de América Latina, sería peligroso para Estados Unidos”, expresó puntualmente la congresista republicana por Florida, Maria Elvira Salazar, en una carta dirigida a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.

Ese es el perfil que le ven los norteamericanos a la nueva titular de Relaciones Exteriores; AMLO lo tenía calculado y no tiene empacho alguno en enviar un contundente mensaje a su principal socio comercial: México apuesta a las izquierdas de Latinoamérica, incluso a liderarlas para hacer frente al avance de lo que ellos conocen como el poder imperial.

El mismo Esteban Moctezuma subió un video a Twitter en el que informaba que se acababa de enterar de la decisión del Presidente.


#LoboSapiensSapiens

Relegan la Doctrina Estrada

Desde Palacio Nacional han salido críticas a gobernantes que no pertenecen a los gobiernos de Izquierda, y hasta contra algunos políticos republicanos de EU… pero no se toca ni con el pétalo de una crítica a personajes como Daniel Ortega o Miguel Díaz-Canel, en Nicaragua y Cuba, a pesar de las denuncias en su contra por violación a los Derechos Humanos.


          @chimalhuacano