ABUCHEOS ROLAND
Foto: AFP / Hubo dos partidos, uno varonil que duró más de cinco horas y uno femenil que llegó casi a las cuatro horas, durante todo el torneo de tenis  

El Roland Garros finalizó, pero estuvo envuelto en varios escándalos extra cancha, que van desde la guerra de saludos, polémicas nacionalistas, partidos interminables y un público con muchas ganas de abuchear.

Una tenista ucraniana abucheada. El primer partido en la pista principal de Roland Garros, la Philippe Chatrier, terminó entre abucheos a la ucraniana Marta Kostyuk, que se negó a dar la mano a su rival, la bielorrusa Aryna Sabalenka.

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Djokovic y “el corazón de Serbia”. Después de vencer en la primera ronda ante Aleksandar Kovacevic, Djokovic escribió “Kosovo es el corazón de Serbia. Stop a la violencia” en una cámara de Roland Garros.

La ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, consideró el mensaje “inapropiado”, mientras que Kosovo reclamó al Comité Olímpico Internacional (COI) la apertura de un expediente disciplinario contra el tenista.

Maratón masculino. El alemán Daniel Altmaier eliminó al italiano Jannik Sinner (9º) en la segunda ronda, en un espectáculo que duró cinco horas y 26 minutos: el quinto partido más largo de la historia del torneo.

Fritz mandó callar. Taylor Fritz derrotó a Arthur Rinderknech, el último francés en el torneo, y lo celebró llevándose un dedo a los labios mientras la mayoría del público de la pista Suzanne-Lenglen le abucheaba.

“El público fue tan genial que tuve que dejar que me animara. ¡Me animó tan bien!, quise asegurarme de ganar. Gracias, chicos”, dijo sarcásticamente el estadounidense.

Maratón femenino. La brasileña Beatriz Haddad Maia (12ª) sobrevivió a una espectacular batalla de tres horas y 51 minutos ante la española Sara Sorribes (132ª); el tercer partido femenino más largo de la historia de Roland Garros.

A 16 minutos se quedaron del récord, un partido de cuatro horas y 7 minutos entre Virginie Buisson y Noelle van Lottum en 1995.

“No venderé mi país”, dijo Aryna Sabalenka, quien se saltó dos ruedas de prensa obligatorias al no sentirse “segura”, tras recibir una serie de preguntas que la incomodaron sobre la guerra en Ucrania y sus lazos con el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.

LEG