“Yo aquí ya no regreso hasta octubre de 2024”, sentenció el aspirante a la coordinación de la defensa del voto a nivel nacional de Morena, Marcelo Ebrard.
Esto, luego de presentarle su renuncia al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en Palacio Nacional este lunes.
Luego de que a mediodía arribó por la calle de Corregidora, aún de estricto saco y corbata y con una sonrisa de oreja a oreja, alrededor de hora y media después, él que hasta este 12 de junio fue titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores dejó la sede del Poder Ejecutivo por la Moneda, entra usualmente usada por la prensa.
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Antes de abandonar el recinto al que regularmente asistió durante casi cinco años como integrante del gabinete de López Obrador, ahora usaba una camisa con una caricatura suya y la frase:
“Sonríe, todo va a estar bien”.
Y, una vez en la calle enfiló a la plancha que entre Catedral y el Templo Mayor rodeado de decenas de simpatizantes que le gritaban “Presidente, Presidente, Presidente”, mientras el sonreía y mantenía una marcha constante.
Fueron momentos caóticos pero festivos para el otrora canciller que negoció un amplio portafolio de vacunas contra Covid-19, o que presentó la demanda en contra de las armerías principales de EU.
En esos pocos metros que separan Palacio de la liberaría Porrúa del centro capitalino Ebrard Casaubón volvió a poner agenda: así como fue el primero en anunciar su interés en la candidatura presidencial de Morena, fue el primero con una marcha (pre) proselitista de las cuatro “corcholatas”.
Ni siquiera el anuncio de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbuaum de que pediría licencia a su cargo nubló la sonrisa del excanciller.
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Una vez en la librería y arropado por simpatizantes sentenció -en alusión al titular del Ejecutivo-: “siempre seré tu carnal”.