mufo Museo del Futuro
Foto: Especial / La innovación es una de sus atracciones primordiales del MUFO que, tras convertirse en el epicentro del arte digital, gastronomía, diseño y arte nocturno, regresa para ofrecer una vez más una forma distinta de disfrutar el ir a recintos de esta naturaleza  

La innovación es una de sus atracciones primordiales del Museo del Futuro, mejor conocido como el MUFO que, tras convertirse en el epicentro del arte digital, gastronomía, diseño y arte nocturno, regresa para ofrecer una vez más una forma distinta de disfrutar el ir a recintos de esta naturaleza.

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Y este espacio revolucionario en la manera de entender y experimentar el arte digital regresa por el simple hecho de que en 2022 recibió a más de 110 mil asistentes, cifra que se espera sea sobrepasada en esta nueva edición, bajo el fundamento de acercar las últimas expresiones artísticas al público porque el arte es para todos.

En esta ocasión, a lo largo de seis salas inmersivas que exponen arte mexicano y extranjero, donde descubrirán novedosas piezas de arte experiencial y explorarán los laboratorios de mixología, así como nuevas propuestas gastronómicas. La agenda se completará con fiestas, workshops y conferencias.

Desde las afueras del Antiguo Hotel Reforma, dos pantallas con las letras del MUFO, dan la bienvenida a sus visitantes a la introducción futurista, atmosférica y de vanguardia que presenciarán.

Un elevador es lo que separa al presente del futuro, pues al subirlo recibe la sala uno, directa de Reikiavik, Islandia se aparece la instalación GALAXIA de Shoplifter.

Ésta se conforma de una caverna colorida con luces y paredes peludas que asemejan al cabello, en este caso sintético y neón, lo cual en conjunto, crea una experiencia inmersiva.

Su paisaje surrealista explora la vanidad, la autoimagen, la moda y la belleza de una manera peculiar.

La segunda parte del recorrido es una instalación de Spotify dividida en dos módulos; en el primero es indispensable la compañía humana, pues en parejas deben apoyar una de sus extremidades en una esfera de acero que hará que la música fluya por ambos cuerpos.

Sin embargo, ésta no ha de sonar sino hasta que ambos tengan contacto físico, pero el sonido varía dependiendo de cómo se toquen entre ellos, es decir si se tocan las puntas de los dedos, la mano y el rostro, los codos, incluso si se dan un beso.

En el segundo módulo, al visitante lo recibe un tornamesa de discos de vinilo, el cual ha sido modificado para leer unas fichas magnéticas de colores, las cuales activan sonidos de la ciudad.

“Se compran colchones, tambores…”, el sonido de los camotes, el tráfico, “Hay tamales calientitos…”, entre otros, configuran melodías según la parte del tornamesa en que sean acomodados por el usuario y también depende de la velocidad, pues los 33, 45 y 72 RPM, no se abandonan. De tal manera que un paisaje sonoro puede convertirse en una especie de canción urbana.

La sala tres corre a cargo de México y es creada por Leslie García y Paola López, y bajo el nombre de su colectivo Interespecifics crearon Microritmos, una experiencia sensorial desde la ciencia.

La instalación se compone de un cuarto obscuro mientras que en recipientes de vidrio residen organismos vivos como bacterias, las cuales mandan bioseñales que varían su voltaje y así configuran patrones de luz, mientras que un mecanismo que detecta secuencias entre ellas y las traduce a sonidos.

De esta manera, las mexicanas proponen una forma potencial de comunicación no humana.

La sala cuatro recibe el nombre de Eco Riflesso y fue creada por el italiano Massimiliano Moro. En esta parte se recurre a la luz y a las sombras a partir de una escultura analógica giratoria con la que se toca de manera peculiar el orden y el caos, pues enseña cómo una forma caótica toma orden.

Creada por Neuralia, la sala cinco invita a sumergirse en la Inteligencia artificial, pues a partir de patrones que han estudiado imágenes y artistas, el usuario puede crear una nueva imagen. Su intención es mostrar cómo ésta aprende y así poder apreciar la belleza de la imaginación computacional.

El Light node cult, creado en México espera con su instalación en la sala seis con el nombre de

Esferas Cromáticas, que explora en una atmósfera lumínica y neón temas como la Teosofía y la relación entre el color y la forma, inspirada en la teoría del color de Goethe.

El MUFO está instalado en el Antiguo Hotel Reforma ubicado en la calle París 32 esquina con Paseo de la Reforma, en la CDMX.

ÉXITO ROTUNDO

En 2022 MUFO registró la asistencia de más de 110 mil asistentes totales, 23 artistas, estudios y colectivos, 16 takeovers con 12 mil 200 asistentes, 24 diseñadores mexicanos en la Concept Store y 4 fundaciones apoyadas con la iniciativa de inclusión social, Lazos MUFO.

LEG