Xalapa Marcha
Foto: SCJN / La marcha en defensa de la Corte, convocada para las 10:30 horas de este domingo, comenzó puntual en el Monumento a la Revolución, donde centenares de personas vestidas de blanco se reunieron para apoyar a los ministros  

Chairos y fifis, liberales y conservadores… Ayer la división entre ciudadanos impulsada desde la Presidencia de la República detonó en violencia frente a la sede de la Suprema Corte de Justicia (SCJN), donde se enfrentaron defensores del Poder Judicial con miembros del “Frente Internacional Obradorista”.

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La marcha en defensa de la Corte, convocada para las 10:30 horas de este domingo, comenzó puntual en el Monumento a la Revolución, donde centenares de personas vestidas de blanco se reunieron para apoyar a los ministros ante los ataques del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y es que el Presidente ha calificado a la Corte de “podrida” y ha amagado con reformarla para que sus ministros sean elegidos por elección popular, luego de que los ministros echaron abajo la primera parte del Plan B electoral, impulsado por el mandatario y la mayoría morenista en el Congreso, por desaseo en el proceso legislativo.

Mientras que a los ciudadanos que no lo apoyan, López Obrador los ha llamado fifís, conservadores, aspiracionistas, entre otros calificativos.

Al frente de la marcha se veía a José Ángel Gurría, exdirector de la OCDE, exsecretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores en el sexenio de Ernesto Zedillo… y a Alejandra Morán, una de las organizadoras de Chalecos MX, la organización convocante.

“¡La Corte no se toca!”, “¡Norma Piña no estás sola!”, “La ley es la ley”, se escuchaba mientras los manifestantes avanzaron por Paseo de la Reforma en dirección al Zócalo, donde las sedes del Poder Ejecutivo y el Judicial son vecinas.

Mientras se repetían las consignas, entre estas se “coló” una ya repetida en varias marchas ciudadanas: “¡Fuera López!”. Morán lo reprochó, pidió dejar esas “dos palabras” para otra ocasión… Y los manifestantes se cuadraron.

Pero poco a poco, al avanzar, las consignas fueron cambiando: “Despierta compadre, quieren cuba-nizarnos”, “¡México, México!”, “Somos pueblo y defendemos al pueblo”, “El Poder Judicial por un país justo”.

Al entrar al Zócalo, como una señal del Destino la Catedral Metropolitana sonó sus campanas alegremente durante cerca de 15 minutos, mientras los manifestantes, con decisión, encaminaban sus pasos hacia la sede de la Corte, donde desde hace semanas, afines a la 4T mantenían un asedio en su entrada principal.

Gurría volvió a hablar, pidió defender a la Corte, “el último bastión” del país, a lo que los asistentes le respondieron “¡Presidente, Presidente!” y “Tienes mi voto”.

Momentos después, él y los organizadores se fueron, mientras la gente se desplazaba hacia la Corte, donde el choque fue inevitable.

Ahí los esperaban los Obradoristas, que con un megáfono arriba de los escalones que dan a la entrada de la SCJN declararon que si sufren agresiones “bajarán” a gente de la sierra.

“No nos vamos a mover ni nos van a intimidar, tengo información de que vienen a provocarnos a hacer pintas y con su grupo de choque, pero les advierto que si nos hacen daño, vamos a responder bajando diez mil personas de la sierra”, indicó Armando Monter , presidente fundador del Frente Internacional Obradorista, la mente maestra tras el asedio que llevaba semanas frente al recinto.

Pero de poco valieron las palabras, pues quienes cuidaban el campamento Obradorista frente a la Corte se vieron superados en número rápidamente, defendiendo las mantas con ofensas hacia los ministros y el Poder Judicial.

Se rompieron playeras, panfletos, y tazas, se arrojaba agua, botellas, girones de tela y plástico… Incluso llegó un momento en que volaron piñas, frutas presentes en referencia a la presidenta de la Corte, Norma Piña.

Los afines a la 4T gritaban “provocadores, provocadores, provocadores” hasta quedarse sin voz, mientras que la respuesta fue “¡La ley es la ley!”, aunque también se escuchó “Morenacos”, “mantenidos” o “apestosos”.

Finalmente, policías antimotines hicieron su aparición y escoltaron a los cuatroteístas, mientras los defensores de la Corte continuaban exigiendo el retiro de las mantas que clausuraban la sede.

El estira y afloja terminó con dos mujeres “heroínas sin nombre” -dijeron algunos- quitando las pancartas contra los ministros.. Una vez hecho eso, volvió a escucharse “¡La ley es la ley!” para dar paso al Himno Nacional y un gran “¡Viva México!”.

Agotados los ánimos y la adrenalina, la zona se vaciaba. Algunas mujeres volvieron a los restos del campamento Obradorista a intentar rescatar algo entre los destrozos.

Algunos hombres y mujeres gritaban “hay que tirar esta basura, hay que quemarla”, mientras las mujeres pedían respetar, porque hacer eso era un robo.

LEG