ALEMANIA
Foto: AFP / Agentes de seguridad acompañaron ayer a los manifestantes del grupo "Última Generación" liderados por los portavoces Marion Fabian y Aimee van Baalen durante una marcha en Berlín tras las redadas matutinas contra sus activistas  

La Policía realizó ayer una serie de operativos contra miembros del movimiento ecologista “Última Generación” (Letzte Generation), responsable de controvertidas operaciones de desobediencia civil en Alemania, criticadas esta semana por el jefe de gobierno Olaf Scholz

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Policías “registraron quince lugares en todo el territorio”, a raíz de “sospechas de infracciones cometidas por miembros de Última Generación” en el marco de una investigación contra “siete miembros” del movimiento por “formación o apoyo a una organización criminal”, indicó la Fiscalía de Múnich. Las personas investigadas tienen entre 22 y 38 años, agregó la misma fuente.

Se las acusa de haber “hecho publicidad en internet” y haber “organizado colectas de fondos” por “1.4 millones de euros” para llevar a cabo acciones ilegales.

Dos miembros son sospechosos de haber “intentado sabotear en abril de 2022 el oleoducto Trieste-Ingolstadt“, que pasa por Baviera y considerado por las autoridades alemanas como una “infraestructura crítica”.

En reacción, el movimiento ecologista convocó a los ciudadanos a participar en marchas de protestas ayer en ciudades como Berlín, Dresde o Hamburgo.

“Nos causan miedo, pero no debemos ceder. El gobierno nos conduce con los ojos cerrados hacia un infierno climático y apoya sobre el acelerador”, justificó la vocera de “Última Generación“, Aimée van Baalen, durante una conferencia de prensa.

Este grupo es el más activo en Alemania y ha llamado la atención en los últimos meses por acciones de desobediencia civil destinadas a incitar al gobierno a acelerar su lucha contra el cambio climático.

Entre sus acciones, se cuentan bloqueos de tráfico o la degradación de obras de arte en museos, que dieron lugar a la apertura de centenares de procedimientos judiciales por alteración del orden público.

Recientemente, el tribunal de Heilbronn condenó a tres activistas a penas de cinco, cuatro y tres meses de prisión efectiva, las sanciones más duras impuestas hasta ahora por este tipo de hechos.

El Ejecutivo alemán, al que los activistas acusan de no hacer lo suficiente, manifestó su rechazo ante este tipo de protestas.

CON INFORMACIÓN DE AFP

LEG