Tardanza de las dirigencias de Va Por México en la definición del método de selección de su candidato presidencial comienza a pasarle facturas.011

El claro ejemplo es el caso del presidente del PAN, Marko Cortés, quien adelantó que su partido “analiza’’ pedir, como requisito a los aspirantes a la candidatura presidencial, firmas ciudadanas de por lo menos el 1% del padrón electoral, que es de poco más de 95 millones de mexicanos.

Es decir, que el PAN “estudia’’ pedir que cada precandidato panista recolecte por lo menos un millón de firmas para poder competir.

Una de las aspirantes más destacadas, según las encuestas, la senadora Lilly Téllez, acusó que recabar ese número de firmas costaría unos 30 millones de pesos.

Y se preguntó si dicha condición era en realidad un filtro para dejarla fuera de la competencia para favorecer a Santiago Creel Miranda.

La militancia registrada del PAN rebasa apenas los 300 mil miembros por lo que, de concretarse la brillante idea de Marko Cortés, los precandidatos albicelestes tendrían que conseguir las firmas de militantes o simpatizantes de los partidos aliados.

Eso, en término llanos, es una pérdida de tiempo que no solo afecta a la alianza, sino que contrapuntea a los propios aspirantes panistas.

Cuando se concretaron los acuerdos que dieron vida a Va Por México, las dirigencias de los partidos de oposición alentaron la idea de que hubiera una elección primaria para elegir al candidato presidencial de entre todos los precandidatos.

No se conoce ninguna negociación al respecto, pues tanto Cortés como Jesús Zambrano y Alejandro Moreno priorizaron las elecciones de Coahuila y el Estado de México.

Sin embargo, las dirigencias de los tres partidos aseguran que las negociaciones se mantienen y que pasadas las elecciones en ambos estados se concretará el mecanismo para la selección del candidato presidencial y los nueve candidatos a las gubernaturas que también se disputarán en 2024.

Mientras eso ocurre, las corcholatas de Morena siguen ganando tiempo -quién sabe si votantes-, a pesar de la ostensible violación a la legislación electoral.

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La visita de Claudia Sheinbaum a Coahuila, el fin de semana pasado, alborotó al gallinero.

Hasta antes del fin de semana pasado, las dirigencias del PT y el Verde habían mantenido un precario control entre sus bases.

Sin embargo, el llamado “a la unidad’’ que hizo la jefa de Gobierno de la CDMX a favor de Armando Guadiana parece haber movido las estructuras de ambos partidos dentro de las cuales ha comenzado a llamarse al “voto útil’’ en favor del candidato morenista.

La estrategia es más vista en Torreón y Saltillo, que tienen el mayor número de votantes.

Quién sabe hasta dónde les alcance pues la ventaja del candidato de Va Por Coahuila, Manolo Jiménez, es muy amplia.

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El Instituto de Estudios Superiores en Derecho Penal (Indepac) y la Editorial McGraw-Hill presentaron el libro “Derechos Humanos, Una Visión Multidimensional’’, de la autoría de Mario Ignacio Álvarez Ledesma.

Álvarez Ledesma es especialista en derecho constitucional y se ha desempeñado como subprocurador de Derechos Humanos de la entonces PGR y como director de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.

El libro fue presentado por la doctora Eugenia Paola Carmona Díaz de León, por Ignacio Morales Lechuga, exprocurador General de la República y por el ministro de la Corte Juan Luis González Alcántara Carrancá, entre otros.

Échele un ojito.

LEG