El Grupo de los 7, reunidos en Hiroshima, Japón, mostró su apoyo diplomático “inquebrantable”, así como nuevas promesas de entrega de material militar al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, después de que Rusia reivindicara la toma de Bajmut, desmentida por Ucrania.
El jefe de Estado ucraniano llegó el sábado a Hiroshima, donde se reunió con los dirigentes de las siete economías occidentales más industrializadas (EU, Canadá, Japón, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia), además de otros invitados a la cumbre.
Zelenski reconoció que había tropas rusas en Bajmut, pero insistió en que la localidad “no está ocupada”. Tras colocar unas flores en un monumento en memoria a las víctimas del bombardeo atómico de 1945 en Hiroshima, comparó aquel ataque con la situación actual en Bajmut.
“Las fotos de Hiroshima me recuerdan a Bajmut. No hay absolutamente nada vivo, todos los edificios están destruidos (…) Una destrucción absoluta y total”, señaló. Pero prometió que, como Hiroshima, Ucrania también se recuperará.
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También se reunió con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien prometió a Kiev nuevos envíos de armas, municiones y vehículos blindados por valor de unos 375 millones de dólares, días después de permitir a sus aliados el suministro de aviones de combate F-16 a Ucrania.
Biden aseguró que los países occidentales que apoyan a Kiev “no vacilarán” ante la ofensiva rusa en Ucrania. “Putin no romperá nuestra determinación como creía que podía hacer”, señaló.
“Los dirigentes del G7 invitaron a su reunión al jefe de filas del régimen de Kiev, al que controlan, y transformaron el evento de Hiroshima en un espectáculo de propaganda”, apuntó en respuesta el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores.