Kyriakos Mitsotakis se impuso en las elecciones de ayer en Grecia
Foto: @kmitsotakis Por detrás de esas dos fuerzas se ubicaron los socialistas del partido Pasok-Kinal  

El partido Nueva Democracia (ND) del primer ministro saliente Kyriakos Mitsotakis se impuso en las elecciones de ayer en Grecia, pero ante la falta de una mayoría absoluta apunta a unos nuevos comicios para gobernar solo.

ND, en el poder desde hace cuatro años, obtuvo 40.8% de los sufragios, superando por amplio margen a la izquierda Syriza del exjefe de gobierno Alexis Tsipras, que recogió 20.1% de los votos.

Por detrás de esas dos fuerzas se ubicaron los socialistas del partido Pasok-Kinal, con 11,7% de los votos en esta elección que tuvo una participación del 58%.

“Los ciudadanos quieren un gobierno fuerte con un horizonte de cuatro años”, afirmó. “El terremoto político de hoy nos llama a todos a acelerar el proceso para una solución definitiva de gobierno”, agregó.

Por su parte, Alexis Tsipras, de 48 años, también se manifestó a favor de unos nuevos comicios, al señalar que “el ciclo electoral aún no está terminado”.

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NUEVOS COMICIOS

En caso de imposibilidad de formar gobierno, se convocarán nuevos comicios a fines de junio o principios de julio. El vencedor de esa segunda cita electoral gozaría de un bonus de escaños que podría darle una cómoda mayoría.

Durante su campaña electoral, Mitsotakis no dejó de defender su balance económico, aludiendo a la caída del desempleo, a un crecimiento de casi el 6% el año pasado y a la disparada de la actividad turística.

En Egaleo, en la periferia de Atenas, María Tombabaki, una pensionista de 67 años, dijo que deseaba “un cambio”, pero no se sentía “muy optimista”.

Stelios Lappas, un ganadero de 45 años de Karditsa, en el centro del país, lamentó la falta de “pasión y tensión” durante la campaña electoral, que fue de bajo perfil en comparación con citas anteriores.

La pérdida de poder adquisitivo a causa de la inflación y los bajos salarios después de una década de crisis y rescates financieros internacionales, se tradujeron en recortes en los servicios públicos y en una importante caída de renta para los griegos.

La deuda pública del país es de más del 170% de su PIB. La inflación se acercó al 10% el año pasado, lo que agravó más esta situación.