La Reserva Federal de Estados Unidos deberá resolver un dilema esta semana
Foto: AFP Los responsables de la Fed tendrán una disyuntiva importante a resolver.  

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés) deberá resolver un dilema esta semana entre aumentar sus tasas de interés y potencialmente alimentar la crisis bancaria, o mantenerlas a su nivel actual a riesgo de moderar su combate a la inflación.

“Los datos económicos estadounidenses, sobre el mercado de trabajo y la inflación, respaldan un alza de 25 puntos básicos” de la tasa de referencia, un cuarto de punto porcentual, sostiene Rubeela Farooqi, economista de HFE.

El mercado se pregunta si la Fed procederá a ese aumento contenido, a un aumento más fuerte, de medio punto, o si, por el contrario, mantendrá los tipos de interés al término de su reunión de política monetaria el miércoles.

Una de las funciones principales de la Fed es controlar la inflación, que sigue alta y erosiona el poder de compra de los estadounidenses. Las tasas de interés son su principal herramienta para combatir la subida de precios: al aumentarlas, el organismo encarece el crédito para consumo e inversión, y desalienta así la demanda, para enfriar la economía.

El presidente del banco central, Jerome Powell, anticipaba hace dos semanas un incremento mayor y más rápido de tasas del esperado hasta entonces.

Pero el contexto cambió: tres bancos estadounidenses quebraron, entre ellos el Silicon Valley Bank (SVB), en la mayor debacle bancaria en Estados Unidos desde la crisis financiera de 2008. Las autoridades intervinieron en medio de una crisis que se expandió y el domingo, el banco suizo UBS compró al también suizo Credit Suisse, en dificultades.

“Los acontecimientos recientes cambiaron completamente el panorama” y la Fed “debe actuar con prudencia” para evitar poner en peligro a más bancos, consideró en una nota Michael Gapen, economista jefe de Bank of America.

Los responsables de la Fed tendrán una disyuntiva importante a resolver y “deberán encontrar un equilibrio entre las preocupaciones por la estabilidad financiera y las preocupaciones ligadas a la inflación”, resumió Nathan Sheets, economista jefe de Citigroup Global, en declaraciones a la AFP.

La caída de estos bancos se vio impulsada en buena medida por el aumento de tasas decidido por la Fed, a un ritmo inédito desde inicios de los años 1980. Cuando hace un año las tasas eran de 0-0.25% para estimular el consumo lastrado por la pandemia, ahora los tipos de referencia se ubican en 4.50-4.75%.

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Este incremento de tasas expuso a los bancos a una reducción del valor de algunos de sus activos.

La Fed prestó 12 mil millones de dólares a los bancos entre el domingo y el miércoles de la semana pasada gracias a un nuevo programa específicamente diseñado para este momento y destinado a respaldarlos para que puedan honrar las demandas de retiros de sus clientes.

Los préstamos a muy corto plazo, habituales, pasaron de 5 mil millones a 152 mil millones en una semana. La Fed prestó 142 mil 800 millones solo a dos entidades creadas por los reguladores para suceder a SVB y a Signature Bank, un banco neoyorquino cerrado el 12 de marzo por los reguladores.

Estos créditos aumentaron en 297 mil millones de dólares su hoja de balance, que trataba de reducir desde junio luego de haber comprado títulos durante la pandemia para inundar de liquidez el mercado y evitar un colapso.

Este dato podría pesar en su decisión puesto que inyectar liquidez en la economía va precisamente en contra de su principal objetivo que es bajar la inflación.

 

 

 

 

JC