En días recientes, los conceptos de soberanía y el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos han adquirido especial relevancia en la discusión pública; sobre todo al momento de abordar lo relacionado con el tráfico de sustancias ilícitas (incluido el fentanilo) hacia América del Norte, específicamente Estados Unidos (EUA).

Lo anterior, debido al señalamiento hacia México y a responsabilizarlo por lo que se considera como la mayor crisis de adicción a los opioides en Estados Unidos, criterio apuntalado por la propuesta (a todas luces electorera) de varios legisladores del Partido Republicano.

Tal propuesta intervencionista está motivada más por afanes electorales y unilaterales que por una intención real de terminar con el grave problema del elevado consumo de sustancias entre la población estadounidense, y las violentas repercusiones que tiene en nuestro país el proceso para satisfacer tal demanda.

Por eso, hoy es indispensable retomar el principio básico de “a problemas comunes, soluciones conjuntas”, mismo que encuentra su punto de apoyo en el Entendimiento Bicentenario, suscrito en 2021, con motivo de los 200 años de las relaciones bilaterales entre México y EUA, y que propone una nueva visión compartida de seguridad y colaboración regional, anclada en el respeto a la soberanía de cada país y el establecimiento de un enfoque integral y de largo plazo para orientar todas las acciones bilaterales a futuro.

El Entendimiento Bicentenario tiene como objetivos estratégicos la protección de la población; la prevención de la delincuencia transfronteriza y el desmantelamiento de redes criminales, y se rige bajo los compromisos transversales de: protección de derechos humanos y promoción de la prosperidad; intercambio de información y seguimiento de los datos y resultados.

Desde su firma hasta la fecha, los Gobiernos de EUA y México lanzaron campañas complementarias de educación para proveer información sobre los peligros del fentanilo, y los riesgos y consecuencias de la mezcla de drogas, un ejemplo de este esfuerzo es la Estrategia Nacional para la Prevención de Adicciones (ENPA), impulsada por el Gobierno de México, que alcanzó a más de 25 millones de personas mediante actividades preventivas y comunitarias.

Pero también, como resultado de la cooperación policial y el intercambio de información, en México se duplicaron las incautaciones de cocaína y se detuvo a varios líderes del crimen organizado; además, en 2022, hubo incautaciones históricas de fentanilo, y se bloquearon miles de cuentas vinculadas a narcotraficantes, traficantes de armas y de personas.

Por eso, el Entendimiento Bicentenario es claro ejemplo de que sí pueden lograrse buenos resultados cuando se trabaja de manera conjunta en la solución de los problemas comunes, siempre y cuando se antepone el derecho internacional y el sentido común a los intereses de partido y de grupo.

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