La picazón, dolor de garganta, irritación de ojos, mareos y náuseas provocadas por un olor áspero se desencadenaron por una concentración de dióxido de azufre inusualmente alta que provenía de la Refinería de Cadereyta, en Nuevo León, informó la Secretaría de Medio Ambiente local.
A pesar de admitir que la emisión de estas partículas no se encontró dentro de los parámetros normales, la dependencia apuntó que no tuvieron ninguna incidencia en el aire.
Sin embargo, los síntomas que presentaron los ciudadanos se debieron a su inhalación porque “las condiciones meteorológicas fueron propicias para que la nube de contaminación se esparciera muy cercana al suelo”.
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El organismo detalló que en la zona metropolitana de Monterrey, 98% de la dispersión de azufre del sector industrial –de las 19:00 a las 23:00 horas del 13 de marzo– provenían de esta planta.
Aunque la Secretaría apuntó que las investigaciones continúan, la población exigió que se tomen medidas de restricción, pues aseguran que no es la única fábrica que arroja el elemento.
JC