La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México presidió la inauguración de la sede Magdalena Contreras del Centro de Justicia para las Mujeres (CJM), siendo éste el cuarto centro en su tipo en la capital del país.
El CJM es un un recinto que busca ayudar, proteger e investigar y “abrirle las puertas de la justicia” a las mujeres capitalinas que han sido víctimas de violencia familiar o de género, promoviendo el derecho a una vida libre de violencia.
Las mujeres de la Magdalena Contreras “continúan padeciendo los estragos de la violencia machista” expresó Ernestina Godoy, fiscal General de Justicia de la capital, con motivo de la inauguración del CJM en Magdalena Contreras, que, además de ser el cuarto centro en la capital, se convierte en el número 63 a nivel nacional.
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Respecto a los recursos destinados para la construcción de este centro, Godoy afirmó que “son producto de esta gran coordinación que tenemos, que digo es una coordinación virtuosa, que nunca como ahora están alineados los sentires, las metas y demás, con el Gobierno de México, con el Gobierno de la Ciudad, con los gobiernos de las alcaldías y es así que esos recursos ahora bajan hacia la ciudad.”
Desde su inauguración, en marzo de 2019 al 31 de enero de 2023, en los centros de Justicia se han atendido a 14 mil 500 mujeres por primera vez, se proporcionaron más de 111 mil servicios y se abrieron 3 mil 456 carpetas de investigación, refirió la titular.
Por su parte, la Comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, María Fabiola Alanís Sámano, indicó que en este espacio ” las mujeres van a poder contar con los servicios que merecen, con los servicios a los que tienen derecho, no es una ayuda, no es un apoyo, es un derecho y esto tiene que ver con la necesidad de avanzar en acciones para la atención, la prevención y la erradicación de todo tipo de violencia”.
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De igual manera, Alanís Sámano señaló que “en este país, alrededor de dos millones de mujeres que vivieron violencia de pareja suponen que es normal, suponen que no pasa nada, suponen que es irrelevante que las agredan física, psicológica, económica y patrimonialmente, entonces, nuestro esfuerzo y nuestro trabajo, el de las instituciones, es estar cerca, es buscar que las mujeres se atrevan a romper el silencio en espacios donde se brinde atención con calidad, con calidez, conociendo los protocolos, conociendo como se debe de atender a una mujer, a sus hijas y sus hijos, cuando está viviendo algún tipo de violencia”.