A la distancia, pero diplomáticos, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la ministra Norma Piña se saludaron sonrientes durante la marcha de la lealtad.
Un día después de que el jefe del ejecutivo lanzará una declaración que consistió en que la ministra está en el cargo por él, ambos se reencontraron en el 110 aniversario de la Marcha de la Lealtad, que está vez partió desde avenida Juárez y culminó en el Zócalo de la Ciudad de México.
El presidente por su lado, en su vehículo junto a sus fieles funcionarios, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval y de Marina Rafael Ojeda.
Atrás del vehículo del jefe del ejecutivo, iba la ministra Norma Piña, junto a Santiago Creel, presidente de la Cámara de Diputados, militante del Partido Acción Nacional.
Previo a su llegada al Zócalo, niños y niñas corrían con emoción fuera de la catedral metropolitana, pues ansiosos de conocer al presidente Andrés Manuel López Obrador gritaban entre ellos.
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Otro grupo de menores uniformados de distintas primarias públicas esperaban sentados en la sombra debajo de una carpa blanca.
En contraste, los representantes de los medios de comunicación aguardaban la llegada del primer mandatario bajo el rayo intenso de sol.
Mientras soldados, cadetes, niños, reporteros y camarógrafos esperaban al presidente López Obrador una bocina reproducía la historia del por qué se conmemora la Marcha de la Lealtad.
Al iniciar el evento, en Avenida Juárez, la transmisión de éste era reproducido en una pantalla del Zócalo, dónde el eco predominaba.
El silencio predominó en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, previo a la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero a su llegada en un vehículo verde, manejado por un general de la Sedena y a su lado los secretarios de Marina y de la Defensa Nacional los gritos se hicieron presentes.
Los soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional lanzaron 21 salvas al jefe del ejecutivo, quién al bajar de su vehículo se dirigió a su lugar para prepararse para el pase de lista de los héroes de 1847 y 1914.
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El acto que elevó la euforia de los asistentes, fue cuando el maestro de ceremonias mencionó la presencia de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, pues al oír su nombre los presentes mostraron a gritos su apoyo a la morenista y una de las corcholatas presidenciales.
El evento terminó al entonar el himno nacional mexicano y el salir de los vehículos que transportaron al presidente.
LV