El movimiento necesita de la autocrítica, compañeras, compañeros, así que me permito una observación: cuidado con los Amlitos. Lo digo por la imagen que subieron a redes hace un par de días, la del muñeco del Supremo en su escritorio de Palacio Nacional. No fue muy buena idea, se los digo fraternalmente. O sea: es una figurita que sonríe felizmente, minúscula, en un escritorio muy grande, con un volcán en erupción atrás y el escritorio vacío salvo por una taza, supongo que de champurrado, más grande que el muñeco.

No hace falta un PhD para darse cuenta de que podemos mandar tres mensajes más que fallidos: que el líder tiene al país en llamas, que aunque lo tiene en llamas no da golpe, y que lo que le pase al país le importa, disculpen la expresión, tres hectáreas. Están ustedes abonando a una injusticia histórica, compañerxs. ¿No han leído esas columnas que dicen que nadie ha amado a los pobres como nuestro Andrés?

Por lo mismo, me permito algunas sugerencias. Quiero decir: sí está muy simpático que desafíen a la ley con peluches. Es un fiel retrato de nuestro movimiento. Pero con cuidado, por favor. Por ejemplo, no caigan en la tentación de poner un Amlito en una lancha, con una refinería atrás. Entiendo que el mensaje pretende ser: nuestro líder atiende en persona cada aspecto de su Gobierno y cuida obsesivamente los intereses del pueblo bueno.

Con todo, la imagen manda al mismo tiempo, y pónganle que predominantemente, la idea de que tenemos el agua al cuello, de que el único que flota en medio del desastre es el Presidente y, de paso, de que Dos Bocas es una catástrofe, cuando todos sabemos que las inundaciones son producto del infortunio: puras lluvias atípicas.

Además, a la compañera Rocío, Rocío de México, la vamos a tener que seguir ocupando en Dos Bocas, porque ya sabemos que gobernadora no va a ser. Una lástima, porque sería una digna heredera de Cuitláhuac. Esos baños de gasolinera tienen que gozar de continuidad.

Recomiendo, asimismo, que no me vayan a poner un Amlito ni en el metro para que veamos que es sensible a los temas de movilidad, ni vestido de Guardia Nacional luego de que los compañeros del pueblo uniformado le dispararon a un niño, ni sentado en las piernas de Salgado Macedonio para que veamos que el Félix es súper buen rollo y Guerrero es viable aunque hagan barbacoa a las cabras del zoo. La estrategia del Topo Gigio del trópico ardiente es genial, pero no nos pasemos.

Sigan al doctor Patán para una crítica constructiva.

 

  @juliopatan09