Para aprovechar las inversiones asociadas al T-MEC y a la relocalización de las cadenas globales de valor (nearshoring) que se están dando en México, se requiere brindar certeza jurídica y desarrollar el sector energético del país, consideró Alejandro Saldaña, economista en jefe de Grupo Financiero Ve por más.
En un panorama en el que las proyecciones de las instituciones nacionales e internacionales apuntan a una desaceleración económica regional y global, México tiene la posibilidad de mostrar resiliencia ante la llegada de inversiones.
“Para que estas oportunidades se aprovechen en todo su potencial necesitamos seguir trabajando en distintas aspectos en el país: generar condiciones de certidumbre, confianza y también desarrollar más el sector energético”, acotó el economista en reunión virtual con medios.
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“Se tiene que seguir trabajando en mejorar algunos elementos de incertidumbre que hay en el país, de desconfianza, sobre todo, en temas como el Estado de Derecho, el respeto a los contratos, factores estructurales que ya son añejos, de inseguridad pública que también afectan la competitividad del país”, puntualizó.
Asimismo, dado que la industria es la principal demandante de energía eléctrica en el país, se requiere desarrollar inversiones en dicho sector, de lo contrario, puede generar una especie de desaliento a las inversiones.
“Necesitamos que se produzca más energía. En la industria, la generación, transmisión y distribución de energía ha venido a la baja en los últimos cuatro años. Entonces, para que se pueda aprovechar este potencial crecimiento de la industria, necesita haber una mayor generación de energía que sea también energía barata y que sea confiable”, añadió.
Durante la presentación de las perspectivas económicas para 2023, señaló que aunque Grupo Financiero Ve por espera un crecimiento de 0.8% para la economía mexicana (menor a la cifra preliminar de 3.0% durante 2022), “el país se ve relativamente defensivo, pero no estamos previendo una contracción severa en la actividad económica”.
“Tenemos condiciones macroeconómicas bastante sólidas. Tenemos una situación de finanzas públicas bastante controlada, de hecho el nivel de endeudamiento cerró en 49.4% del PIB, abajo del 51% que había programado la Secretaría de Hacienda y se espera que se sigan dando ciertos manejos positivos y prudentes en las finanzas públicas. Además tenemos altos niveles de reservas internacionales que alcanzan aproximadamente tres meses de importaciones; tenemos un banco central con bastante credibilidad pese a todos los cambios que hemos visto en los últimos años; y un déficit a cuenta corriente relativamente pequeño”, expuso Saldaña.
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“Entonces, la posición externa del país también es positiva, y esto nos ayuda a enfrentar de mejor forma este entorno económico y también las condiciones financieras globales que siguen siendo un poquito difíciles”, añadió.
LV