Dos semanas antes de que se registrará el alcance de trenes en la línea tres del Metro, se conformó un consejo consultivo con ex directores… Un mes y varios incidentes después, no han sido convocados para conocer su punto de vista. La atención de las autoridades se ha centrado en la hipótesis del boicot más que en el mantenimiento.

Si bien es cierto que hay una campaña que magnífica algunos de los incidentes en el Metro, también lo es que el Sistema de Transporte Colectivo padece desgaste y obsolescencia de equipo, que no ha recibido la atención adecuada desde hace 30 años; para volver a llevarlo al nivel que tuvo se requieren años y miles de millones de pesos de inversión.

Tampoco hay un diagnóstico preciso de las condiciones actuales, se dejó de tenerlo cuando se abandonó el Plan Maestro 1997-2020. El último informe serio realizado al Sistema de Transporte Colectivo se dio en 2018 y está firmado por José Ramón Amieva, quién sustituyó como gobernante capitalino a Miguel Ángel Mancera.

Fue en el sexenio del entonces jefe de Gobierno de la Ciudad, Andrés Manuel López Obrador que se priorizó la construcción del segundo piso, sobre la ampliación del Metro, y para mitigar la necesidad de transporte masivo y eficiente se arrancó el sistema del Metrobús.

El proyecto del segundo piso que nació como una idea de un magnate de la TV, pero que no quiso concretar Manuel Camacho Solís, y que le presentó David Serur a AMLO, se robó su atención, y a pesar de las críticas que aseguraban que más pavimento incentivaría más vehículos, la mega obra se realizó, sacrificando, incluso, una parte de lo que le correspondía al Sistema de Transporte Colectivo.

El diagnóstico de Amieva, ex mancerista convertido al morenismo, ya encendía las luces de alerta sobre el estado del Metro, por eso no se entendía la tranquilidad con la que unos años después la ex directora, Florencia Serranía, soltó aquella ocurrencia de que además de directora del Metro, también era subdirectora de Mantenimiento, claro meses después soltaría esa frase de “yo solo soy la directora”.

El documento resumía así la condición del sistema de transporte:

“A casi medio siglo de servicio ininterrumpido, la antigüedad del parque vehicular, la diversidad de tecnologías y el uso intensivo de la infraestructura, específicamente en los trenes, se presenta término de vida útil de diversos componentes, reflejándose en niveles severamente afectados de operatividad e incrementándose la frecuencia de averías, así como la necesidad de llevar a cabo acciones de tipo correctivo”.

Por eso para los que conocen el Metro no sorprende que una y otra vez salten problemas como cables sueltos, sobrecalentamiento de líneas o fallas en algunos sistemas. La tecnología de hace 50 años se convirtió en obsoleta, al tiempo que la ciudad y las necesidades de movilidad se transformaban.

 

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Y lo que viene

La Línea 1 del Metro recibirá la presión de la inauguración del tren CDMX-Toluca, pero las adecuaciones necesarias están retrasadas y algunas no se han contemplado.

 

@chimalhuacano