La FGR anunció que colaborará en la investigación del caso María Elena Ríos.
Foto: Archivo | Durante seis días, María Elena Ríos ha narrado en su cuenta de Twitter el seguimiento a la audiencia en la que determinarán la situación jurídica de Juan Antonio V.C.  

La saxofonista María Elena Ríos denuncia violencia institucional por parte del juez que lleva la audiencia con su agresor, Teódulo Pacheco Pacheco.

El juez, quien es parte del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, ha ido aplazando la resolución para favorecer al imputado, según versión de la víctima.

Durante seis días, María Elena Ríos ha narrado en su cuenta de Twitter el seguimiento a la audiencia en la que determinarán la situación jurídica de Juan Antonio V.C., quien acordó entregarse a las autoridades el 6 de abril de 2020.

Los acuerdos detrás de esa presunta detención solo fueron rumores: uno de ellos es que el Estado no detendría a su hijo, Juan Antonio V.H., hasta ahora prófugo de la justicia, a pesar de una orden de aprehensión en su contra.

Hubo otras dos detenciones de presuntos autores materiales, uno confeso, que murió en prisión y otro más que sigue una condena.

La defensa del exdiputado priísta argumentó que su cliente es adulto mayor y tiene complicaciones en su salud, lo que hace necesaria la prisión, en su caso, domiciliaria.

Es decir, que saldrá de la cárcel y seguirá, si es que no lo exoneran, su proceso en libertad.

Desde que conocieron la fecha de la audiencia, María Elena Ríos ha denunciado la complicidad entre la defensa y el juez, Teódulo Pacheco, quien actúa como empleado del imputado Juan Antonio V.H. y no como juez imparcial.

María Elena Ríos ha denunciado que el mismo juez ha subsanado los errores de la defensa y a ella le han advertido con retirarla de la audiencia, prolongada durante seis días.

A las 9:35 de este sábado se reanudó la audiencia, si es que no la vuelven a aplazar.

“Mi cuerpo quiere desmayar debido al cansancio, pero sigo aquí hasta el final”, escribió quien el 9 de septiembre de 2019 fue víctima de un ataque con ácido, que ahora minimizan “porque no murió”.

Distintas iniciativas han pedido que los ataques con ácido sean catalogados como intento de feminicidio y no como el delito de lesiones, lo que modifica la responsabilidad de autores tanto materiales como intelectuales.

LDAV