La muerte de Benedicto XVI ha dejado un reguero de dudas. El papa alemán Ratzinger dejó las bases cimentadas para la apertura de una Iglesia que cada vez se la ve más vetusta y hasta anacrónica. Su antecesor el papa Wojtyla, Juan Pablo II, también contribuyó a ello. Tuvo que ser el actual papa Francisco, quien comenzó tímidamente a deshojar la margarita.

Y es que ya no queda más remedio. La Iglesia Católica se estaba ahogando en su propio éxito. Pero el éxito no es para siempre. La sociedad continúa evolucionando, pero la Iglesia no ha sabido acompañarla.

Cada vez hay menos fieles. La Fe ya no es como antes. Los sacerdotes – esos extraordinarios soldados de la Fe- no han sabido o no les han enseñado a adaptarse a los nuevos tiempos. Tampoco ha ayudado la rapidez de la información ni la superficialidad de las redes sociales. Por eso hoy hay un reto fundamental: modernizar y acompasar a la Iglesia a los tiempos actuales. La Iglesia Católica necesita conectar con las nuevas generaciones. Para ello no le queda más remedio que abrir varias cajas que hasta ahora estaban herméticamente cerradas.

Cada vez son más las voces que piden que los sacerdotes puedan casarse. También son muchos los que esperan la llegada de un papa de color. Otros tantos confían en afirmaciones taxativas a favor de la integración de la homosexualidad desterrando la marginación. Todavía se ve en muchos lugares y eso no puede continuar así. Es la propia Iglesia la que debe actuar para la defensa e integración de todos.

Ante tal círculo de presiones, ¿podría el papa Francisco estar tentado en dejar su púlpito para que otro obtenga la responsabilidad de abrir la Iglesia a la actualidad? Ya lo hizo el papa Benedicto XVI aunque fueron otros motivos. Sin embargo, la puerta de una posible abdicación ya está abierta desde el momento en que lo hizo Benedicto XVI.

Sea lo que sea tendrá que hacerse rápido. La desafección de los católicos por su iglesia es un hecho incuestionable y ahora es necesario de verdad hacer un examen de conciencia y revisar cómo está la Iglesia Católica y sobre todo cómo está adecuándose a los nuevos tiempos.

 

@pelaez_alberto