Foto: AFP / "Benedicto, que tu gozo sea perfecto al oír definitivamente y para siempre la voz del Señor", suplicó el papa durante la misa  

El papa Francisco despidió por última vez a su predecesor Benedicto XVI, fallecido el sábado a los 95 años, durante el funeral ante miles de fieles y personalidades de todo el mundo congregados en la plaza de San Pedro.

TE PUEDE INTERESAR: Despiden a Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro

“Benedicto, que tu gozo sea perfecto al oír definitivamente y para siempre la voz del Señor”, suplicó el papa durante la misa presidida desde la silla de ruedas.

En el último adiós, Francisco destacó su “sabiduría, delicadeza y entrega” poco antes de que el féretro fuera transportado al interior de la basílica de San Pedro para su sepultura.

El pedido del papa argentino fue lanzado ante el sencillo ataúd de madera donde yacía el cuerpo de Joseph Ratzinger, con encima una copia de los Evangelios y colocado en el atrio de la basílica. La presencia de un papa en el funeral de su predecesor es algo inédito en la historia reciente de la Iglesia.

Francisco estaba rodeado por cinco cardenales en el altar instalado en el atrio que domina la inmensa explanada. Al término de la ceremonia, de pie, ayudado por su bastón y sin paramentos, bendijo el ataúd y lo tocó con su mano para despedirlo.

Entre los fieles que asistieron al funeral figuraban muchos sacerdotes y monjas, quienes hicieron fila desde la madrugada para entrar a la plaza. Las exequias del pontífice alemán, quien renunció al trono de Pedro en 2013 tras ocho años de pontificado, fueron “solemnes pero sobrias”, como deseaba Benedicto XVI.

La ceremonia duró una hora y 20 minutos y fue celebrada por unos 4 mil religiosos, entre cardenales y obispos de todo el mundo. Entre los asistentes figuraban varios jefes de Estado, incluido los presidentes de Italia, Polonia, Hungría, Portugal, el rey Felipe de Bélgica y la reina emérita española Sofía, así como diplomáticos de varias nacionalidades. Unas 50 mil personas asistieron.

En total, 195 mil personas desfilaron durante tres días de capilla ardiente, ante el cuerpo expuesto en un catafalco cubierto por una tela dorada, rodeado por dos guardias suizos vestidos de gala, frente al altar mayor de la basílica de San Pedro.

Con información de AFP

LEG