hermanos tirado
Foto: Gabriela Esquivel / A las afueras de Medellín 113, dos policías montan guardia, luego de que un ejército de forenses y peritos revisó el inmueble  

Una enfermera y su familia habrían sido los artífices del triple homicidio de los hermanos Andrés y Jorge Tirado, de José González, tío de ambos, así como el secuestro de su tía Margarita, en la colonia Roma Norte.

Blanca, la enfermera, se atravesó en la vida de sus víctimas al ser contratada para cuidar al hermano de Margarita, a quien atendió hasta su muerte, en mayo pasado, y con quien habitó el inmueble ubicado en Medellín 113, colonia Roma Norte, una de las zonas más cotizadas de la Ciudad de México.

Una vez que falleció su paciente, el deseo de Blanca por hacerse de la propiedad, un inmueble de 219 metros cuadrados de la época porfiriana, la orilló a argumentar que era concubina del finado, lo cual no pudo demostrar.

Siendo así, poco después Margarita buscó vender el inmueble de su hermano, para lo cual se trasladó a vivir a Medellín 113 junto con su esposo José y, con el tiempo, sus sobrinos Andrés y Jorge se mudaron con ellos para hacerles compañía.

Pero Blanca seguía ahí, habitando en la planta baja junto con su hija, Sally, y su yerno, Azuher, como habían hecho mientras el paciente de la enfermera aún vivía.

Sorpresivamente, el viernes 16 de diciembre se reportó la desaparición de Andrés, Jorge, José y Margarita, siendo la de los dos hermanos la más sonada, pues la comunidad artística a la que pertenecían (el primero como actor y el segundo como músico) alzó de inmediato la voz.

Las versiones y rumores corrieron, que si los hermanos tenían raíces en Sinaloa, que si los habían visto por última vez en un auto con placas de Jalisco… Lejos estaba de imaginar la opinión pública que sus cadáveres se encontraban en la misma casa en que habitaban.

Sin embargo, durante el fin de semana, un familiar de Margarita acudió de forma directa al inmueble de Medellín 113, donde solicitó entrar para buscar a sus familiares… Y la enfermera se negó a dejarlo pasar.

De inmediato, el pariente se dirigió a la Fiscalía de Investigación Territorial en Cuauhtémoc, donde presentó una denuncia por el delito de despojo.

Llegó el domingo y, acompañado de agentes de la Policía, el familiar dio la autorización para que entraran al inmueble, destapando la horrible verdad de los hechos.

En un cuarto usado como bodega se encontraban los cuerpos de Andrés, Jorge y José, amordazados y maniatados; mientras que Margarita estaba en una situación similar, pero con vida.

Al ser rescatada, la anciana acusó que fue privada de su libertad, junto con las otras víctimas, así como despojada de sus tarjetas bancarias por varias personas.

En el lugar, también fueron encontrados Blanca, Sally y Azuher, quienes cayeron en contradicciones al ser cuestionados, por lo que primero fueron presentados como testigos y, luego, como indiciados.

La Fiscalía General de Justicia ya tiene en su poder a las tres personas sospechosas, mientras que Margarita ahora será la encargada de relatar los terribles hechos que ocurrieron este fin de semana en Medellín 113.

Vecinos, consternados

Este lunes, a las afueras del inmueble, dos agentes de la Policía montaban guardia, luego de que durante la madrugada una multitud de peritos y forenses entró y salió de la casa en busca de evidencias.

En la zona, los vecinos prefieren no hablar, aunque algunos señalan que no lo hacen por temor a represalias.

Una mujer incluso menciona que el caso pudiera estar relacionado con sicarios, por lo que no le gustaría verse involucrada: “No tenemos mucho que decir, los vecinos ya ni hablan, que tienen miedo”, dice.

Otro vecino asegura que no se habían suscitado hechos de esta naturaleza en la zona, y que dentro de sus domicilios no se percibe lo que pasa alrededor: “Nada, ni se oye nada aquí, hasta ayer que estaba aquí toda la gente, forenses y todo”.

En un edificio vecino, afirman conocer lo básico: “(Sabemos) lo mismo que se escucha, lo mismo que pasan diciendo, que se encontraron tres cuerpos, nada más”.

Sin embargo, todos tienen algo en común… La consternación en los rostros por los terribles hechos que ocurrieron a unos metros de sus casas.

 

 

LEG